Como dijo Gustavo Adolfo Bécquer, “el que tiene imaginación, con qué facilidad saca de la nada un mundo.” La imaginación es una de las habilidades más prodigiosas de los seres humanos, imaginar cosas nos permite cambiar el mundo. ¿Influye la gramática en cómo te imaginas las cosas?
Si lees “Sara está cortando los calabacines” o “Sara ha cortado los calabacines” ¿qué te imaginas? Las dos frases son muy parecidas pero el tiempo verbal hace que en una te imagines la escena de Sara cortando y en la otra te centres en los calabacines ya cortados. En un nuevo artículo con uno de mis colaboradores internacionales (Golshaie & Incera, 2020) hemos observado que el tiempo verbal (está cortando / ha cortado) influye en cómo visualizas la escena. En esta tarea los participantes leen distintas frases para luego decidir si la frase mencionaba un objeto o no. Por ejemplo, después de leer “Sara está cortando los calabacines”, aparece la imagen de un cuchillo en la pantalla y tienes que responder “Ausente”, porque la palabra “cuchillo” no se menciona en la frase. Lo interesante es que después de leer “Sara está cortando los calabacines” los participantes se desvían más hacia la respuesta incorrecta “Presente” que al leer “Sara ha cortado los calabacines.” Al imaginarte a Sara cortando los calabacines también te imaginas el cuchillo, por lo que te cuesta más concluir que el cuchillo no aparece en la frase. Estos resultados indican que el tiempo verbal determina cómo nos imaginamos una escena.
Si al hablar de un problema dices “se está solucionando” en vez de “se ha solucionado”, es probable que más gente se ponga a imaginar soluciones, ¿cómo lo estarán solucionando? Es posible que cambiar el tiempo verbal sea una forma de ayudar a la gente a imaginar un mundo mejor.
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martes, 1 de diciembre de 2020
domingo, 1 de noviembre de 2020
¿Qué significa pedir un deseo?
El otro día vi un tweet que me encantó: “En español, los deseos se piden. En inglés, los deseos se hacen (make a wish). En polaco, se piensa (pomyśl życzenie) y en turco se sostiene el deseo (dilek tutmak).” (@E_Bujakiewicz).
La etimología es el estudio del origen de las palabras. En español “pedir un deseo” implica desear algo y actuar en consecuencia para conseguirlo. Esta expresión añade una nota de acción en cuanto al modo de conseguir el deseo: expresando, reclamando el cumplimiento de este deseo (Jaén, 2007). En inglés la palabra “wish” (deseo) viene del inglés antiguo (wȳscan) que a su vez viene de las lenguas germánicas. La expresión “pozo de los deseos” (wishing well) aparece por primera vez en 1819 y relaciona la idea de pedir un deseo con un pozo de agua al que hay que acudir para que el deseo se cumpla. Es interesante cómo las traducciones literales del polaco “pensar” y del turco “sostener” un deseo tienen connotaciones distintas. Parecen expresiones más relacionadas con el estado interno de las personas que con la acción de conseguir algo. Las expresiones metafóricas son muy comunes ya que vienen de las experiencias de la vida cotidiana. Además, dicen mucho sobre el idioma que las emplea y sobre la forma en que los que hablan ese idioma entienden su entorno. Aunque en distintas lenguas se usan metáforas diferentes, estas expresiones transmiten la cultura y la historia de esos lugares (Deignan, 2003).
La forma de pedir un deseo es diferente en lenguas distintas. Es interesante considerar hasta qué punto estas diferencias lingüísticas influyen en las acciones de las personas que hablan ese idioma. ¿Estás list@ para pedir un deseo y conseguir tus sueños?
La etimología es el estudio del origen de las palabras. En español “pedir un deseo” implica desear algo y actuar en consecuencia para conseguirlo. Esta expresión añade una nota de acción en cuanto al modo de conseguir el deseo: expresando, reclamando el cumplimiento de este deseo (Jaén, 2007). En inglés la palabra “wish” (deseo) viene del inglés antiguo (wȳscan) que a su vez viene de las lenguas germánicas. La expresión “pozo de los deseos” (wishing well) aparece por primera vez en 1819 y relaciona la idea de pedir un deseo con un pozo de agua al que hay que acudir para que el deseo se cumpla. Es interesante cómo las traducciones literales del polaco “pensar” y del turco “sostener” un deseo tienen connotaciones distintas. Parecen expresiones más relacionadas con el estado interno de las personas que con la acción de conseguir algo. Las expresiones metafóricas son muy comunes ya que vienen de las experiencias de la vida cotidiana. Además, dicen mucho sobre el idioma que las emplea y sobre la forma en que los que hablan ese idioma entienden su entorno. Aunque en distintas lenguas se usan metáforas diferentes, estas expresiones transmiten la cultura y la historia de esos lugares (Deignan, 2003).
La forma de pedir un deseo es diferente en lenguas distintas. Es interesante considerar hasta qué punto estas diferencias lingüísticas influyen en las acciones de las personas que hablan ese idioma. ¿Estás list@ para pedir un deseo y conseguir tus sueños?
…que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.
― Pedro Calderón de la Barca
jueves, 1 de octubre de 2020
¿Te entienden menos al llevar mascarilla?
Mi madre es enfermera en un centro de salud y cuando tiene consultas le gusta vacilar con los pacientes. Debido a la pandemia del COVID-19 ahora siempre lleva mascarilla cuando trabaja, y se ha dado cuenta de que a veces los pacientes no pillan su ironía. Con la mascarilla no se te ve la cara, por lo que tu interlocutor no ve que estás sonriendo y puede que no entienda que estás de broma.
El efecto negativo de las mascarillas en la comunicación es doble: al cubrir la cara hay mucha información visual que se pierde y al cubrir la boca hay mucha información acústica que se pierde (Branda, 2020). La cara es una de las mejores formas de comunicación que tenemos los humanos. Con solo mirar la cara de alguien podemos sacar conclusiones sobre su identidad, género, edad, raza, orientación sexual, salud física, estado emocional, personalidad, dolor, e incluso su estatus social (Jack & Schyns, 2015). En un experimento muy interesante evaluaron el efecto de las mascarillas en la comunicación entre pacientes y doctores (Wong et al., 2013). De un grupo de más de mil pacientes, la mitad tuvieron consulta con un doctor con mascarilla y la otra mitad con un doctor sin ella. Los doctores con mascarilla fueron percibidos como mucho menos empáticos. Curiosamente si el paciente les conocía de antes, el efecto negativo de la mascarilla era más acusado. Es importante ser consciente de los efectos sociales de llevar mascarilla para poder contrarrestarlos.
Para mejorar la comunicación mientras se lleva mascarilla es preferible estar de cara al oyente, hablar despacio y claro, repetir lo que no se haya entendido, minimizar el ruido ambiental, y transmitir la información importante por escrito. Además, si te gusta vacilar, es mejor que empieces diciendo “estoy de broma” no vaya a ser que no se te entienda bien y tu interlocutor se mosquee.
El efecto negativo de las mascarillas en la comunicación es doble: al cubrir la cara hay mucha información visual que se pierde y al cubrir la boca hay mucha información acústica que se pierde (Branda, 2020). La cara es una de las mejores formas de comunicación que tenemos los humanos. Con solo mirar la cara de alguien podemos sacar conclusiones sobre su identidad, género, edad, raza, orientación sexual, salud física, estado emocional, personalidad, dolor, e incluso su estatus social (Jack & Schyns, 2015). En un experimento muy interesante evaluaron el efecto de las mascarillas en la comunicación entre pacientes y doctores (Wong et al., 2013). De un grupo de más de mil pacientes, la mitad tuvieron consulta con un doctor con mascarilla y la otra mitad con un doctor sin ella. Los doctores con mascarilla fueron percibidos como mucho menos empáticos. Curiosamente si el paciente les conocía de antes, el efecto negativo de la mascarilla era más acusado. Es importante ser consciente de los efectos sociales de llevar mascarilla para poder contrarrestarlos.
Para mejorar la comunicación mientras se lleva mascarilla es preferible estar de cara al oyente, hablar despacio y claro, repetir lo que no se haya entendido, minimizar el ruido ambiental, y transmitir la información importante por escrito. Además, si te gusta vacilar, es mejor que empieces diciendo “estoy de broma” no vaya a ser que no se te entienda bien y tu interlocutor se mosquee.
martes, 1 de septiembre de 2020
¿Es la risa un tipo de lenguaje?
Durante mi Erasmus me acuerdo de reírme un montón. Tengo recuerdos muy vívidos de estar en Irlanda desternillándome de la risa. No sé de qué nos reíamos, pero sí tengo la impresión de que no tenía ni idea de lo que estaba pasando. Sobre todo en conversaciones con otros Erasmus para los que el inglés era su segunda lengua, entre la mímica y la falta de sentido que tenían las palabras que intentábamos usar (la mayoría “robadas” de nuestra lengua materna), no había quien se entendiese. Aun así, me acuerdo de que me lo estaba pasando genial.
La risa y el lenguaje humano están muy relacionados. Al hacernos bípedos, los humanos desarrollamos el suficiente control sobre nuestra respiración para poder hablar y reír. La risa es una forma de comunicación no verbal que normalmente resulta en interacciones positivas y cooperativas, es una vocalización social que no es típica en situaciones en las que una persona está sola (Provine, 2004). Es importante recalcar que el significado de la risa transciende barreras culturales y lingüísticas, ya que reírse es una forma universal de expresar cooperación (Bryant et al., 2016). Además, la forma en que te ríes puede comunicar si tienes un estatus social alto, por ejemplo con una risa dominante y desinhibida, o si tienes un estatus social más bajo, por ejemplo si tienes una risa más sumisa (Oveis et al., 2016).
En mi Erasmus es muy posible que, al no entendernos muy bien, usáramos la risa para sentirnos más unidos. Aunque no sepas lo que la otra persona te intenta contar, si os reis juntos la situación es mucho más divertida. Al principio del año en Irlanda muchos teníamos serias dificultades para comunicarnos, por lo que (sin ser conscientes de ello) es muy posible que usáramos la risa para hacer piña. Reírse es crucial para el bienestar físico y mental, por lo que es importante tener el tiempo y a la gente con la que echarte unas risas.
La risa y el lenguaje humano están muy relacionados. Al hacernos bípedos, los humanos desarrollamos el suficiente control sobre nuestra respiración para poder hablar y reír. La risa es una forma de comunicación no verbal que normalmente resulta en interacciones positivas y cooperativas, es una vocalización social que no es típica en situaciones en las que una persona está sola (Provine, 2004). Es importante recalcar que el significado de la risa transciende barreras culturales y lingüísticas, ya que reírse es una forma universal de expresar cooperación (Bryant et al., 2016). Además, la forma en que te ríes puede comunicar si tienes un estatus social alto, por ejemplo con una risa dominante y desinhibida, o si tienes un estatus social más bajo, por ejemplo si tienes una risa más sumisa (Oveis et al., 2016).
En mi Erasmus es muy posible que, al no entendernos muy bien, usáramos la risa para sentirnos más unidos. Aunque no sepas lo que la otra persona te intenta contar, si os reis juntos la situación es mucho más divertida. Al principio del año en Irlanda muchos teníamos serias dificultades para comunicarnos, por lo que (sin ser conscientes de ello) es muy posible que usáramos la risa para hacer piña. Reírse es crucial para el bienestar físico y mental, por lo que es importante tener el tiempo y a la gente con la que echarte unas risas.
sábado, 1 de agosto de 2020
¿Utilizas la ironía en tu segunda lengua?
Dave es muy irónico, tiene un humor seco (y bastante negro) que me encanta. Como suele
estar muy serio cuando suelta alguna, me hace todavía más gracia. Es una pena
que en español se tenga que concentrar tanto en entender y hacerse entender,
que no le dé tiempo a ser irónico. A mí también me pasó
con el inglés, me costó bastante tener el suficiente nivel para poder utilizar la ironía sin que mi interlocutor se me quedara mirando confundido.
En un nuevo estudio con
participantes bilingües, Mehrgol Tiv (@mehrgoltiv) y sus
colaboradores han descubierto que el nivel que tienes en una lengua determina cuánto
vas a usar el sarcasmo en tu vida cotidiana. Según su análisis los bilingües usan el sarcasmo para las mismas funciones que los monolingües, pero los que dominan más el idioma lo utilizan más frecuentemente. Es importante entender que la Real Academia Española define el sarcasmo como una burla sangrienta, ironía mordaz y cruel con que se ofende o maltrata a alguien o algo. Aunque el sarcasmo es un tipo de ironía (una figura retórica que consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice) el sarcasmo se usa con la intención de herir los sentimientos de alguien. A mí me parece que en este estudio los autores utilizan los conceptos de ironía y sarcasmo como sinónimos. La idea es que los que hablan mejor una lengua dicen lo contrario de lo que quieren decir más frecuentemente que los que no la hablan tan bien (Tiv et al., 2020).
Si normalmente
eres irónico y en tu segunda lengua no te sale, es como si la gente que te
conoce en esa lengua no te conociese del todo. Para poder usar la ironía en tu
segunda lengua tienes que tener bastante nivel, la comunicación tiene
que ser lo suficientemente fluida para que al decir lo contrario de lo que quieres
decir tu interlocutor todavía te entienda. Dave aún no ha llegado a ese nivel
en español, pero no tengo ninguna duda de que lo va a hacer y nos vamos a echar
unas risas.
miércoles, 1 de julio de 2020
¿Son las letras griegas que se usan en ciencias una lengua extranjera?
Estoy escribiendo
un artículo metodológico con mi amiga Amanda, que es profesora en el departamento
de matemáticas y estadística de mi universidad. Es un manuscrito bastante
distinto a los que suelo escribir, en vez de un experimento con un
descubrimiento, estamos describiendo una nueva metodología para el análisis de datos.
El artículo incluye páginas de fórmulas escritas con letras griegas, cuando las miro me da la sensación de estar leyendo en una lengua
extranjera.
Para poder
escribir fórmulas matemáticas en un ordenador se necesita añadir símbolos o
usar un teclado especial. En clases online se ha visto que cuando los alumnos
tienen acceso a un teclado con símbolos matemáticos la participación aumenta y
la comunicación es mucho mejor (ElSheikh & Najda, 2013).
También se pueden utilizar bolígrafos digitales que permiten a los alumnos
escribir en el ordenador como si estuvieran escribiendo en papel, lo que hace
que escribir fórmulas matemáticas sea mucho más sencillo. Usar un bolígrafo
digital en una clase online aumenta el nivel de participación de los alumnos (Karal et
al., 2013). El hecho de que se necesiten símbolos/teclados/bolígrafos
especiales para poder escribir fórmulas matemáticas pone de manifiesto que las
letras griegas que se usan en ciencias son una lengua extranjera.
Aunque en mi
artículo con Amanda tengo muy claro el objetivo del análisis, me cuesta
entender lo que significa cada fórmula. No estoy acostumbrada a leer esta
lengua y alguien me tiene que contar lo que significan los símbolos para ser
capaz (con algo de esfuerzo) de asociar las fórmulas con su explicación oral. Esta
experiencia me ha hecho preguntarme sobre la mejor forma de enseñar a escribir
fórmulas matemáticas. ¿Podría el área de lectoescritura en segunda lengua
aportar algo útil?
lunes, 1 de junio de 2020
¿Cómo sabes si una palabra es tabú?
Cuando conocí a
Dave mi inglés era pésimo. Al llegar a
Estados Unidos mucha gente me decía que sonaba como él, porque al aprender a
hablar con él utilizaba sus giros y expresiones. Dave dice muchos
tacos y yo al principio los soltaba con toda naturalidad. No fue hasta que me encontré
en situaciones en que la gente me miraba raro (en casa de los abuelos de Dave,
en la universidad…) que empecé a notar que algunas palabras no son apropiadas
en ciertos contextos.
En un nuevo
estudio que acabamos de publicar (Incera et al., 2020) hemos visto que la gente procesa las
palabras tabú de forma más intensa en su primera lengua. Cuando hablas en tu
segunda lengua las palabrotas no te afectan tanto. ¿Es una cuestión de
nivel? ¿Es una cuestión de aprender desde niño/a? ¿Es una cuestión de usar
mucho el idioma? Probablemente sean varias cosas a la vez. A mí me parece que cuenta
mucho el contexto en el que usas el idioma, sobre todo si estas en situaciones
en que la gente te hace saber si lo que dices es apropiado o no. Si usas una
segunda lengua lo suficiente, y en un contexto en el que la gente “te mira mal”
si metes la pata, acabas sabiendo la forma apropiada de hablar en cada
situación.
En tu primera
lengua lo vas asimilando desde pequeño, todo tu entorno te enseña lo que puedes
decir y lo que no. Sin embargo, en tu segunda lengua tienes que ir
aprendiendo sobre la marcha. Yo me di cuenta de lo malhablado que es Dave cuando fuimos a casa de su abuela. Él cambió el registro con mucha
naturalidad, yo metí un poco la pata… Sin embargo, he ido aprendiendo y ahora sé
exactamente lo que digo, si digo un taco es porque quiero.
viernes, 1 de mayo de 2020
¿Es verdad que leer te ayuda a empatizar?
Leer una
novela me evade, me permite centrarme en las vivencias de
otras personas y olvidarme de mi misma. A mi madre y a mí nos pasa que “dejamos de ver las letras” y nos perdemos totalmente en la historia. Durante la pandemia del coronavirus esta habilidad me ha
ayudado mucho. Dos de los libros que he leído esta cuarentena han sido “Una educación”
de Tara Westover y “Te regalaré las estrellas” de Jojo Moyes. Gracias a estos
libros he podido desconectar y descubrir nuevos mundos en las montañas de Idaho
y Kentucky.
Se ha visto que la
gente que lee libros sobre historias inventadas tiene más empatía (Mar et al., 2009). Leer historias ficticias aumenta tu capacidad
para entender lo que piensan otras personas (Kidd & Castano, 2013). Según la “Teoría de la Transportación”
(Transportation Theory) al leer te transportas mentalmente al sitio en el que
ocurre la historia y tu empatía aumenta (Bal & Veltkamp, 2013). Sin embargo, es importante recalcar que
el efecto positivo de leer novelas no surge cuando las historias no son
ficticias, o cuando el lector no es capaz de sumergirse en el relato. Para que una
historia te ayude a mejorar tu empatía tienes que meterte en ella.
Para poder evadirte un libro tiene
que engancharte, al fin y al cabo la mitad del libro lo pone el autor pero la
otra mitad la pones tú. Además, tienes que estar en un espacio que te permita desconectar
del mundo, y tienes que tener la suficiente habilidad lectora para sumergirte
en la historia. Aunque me solía quejar de que a pesar de leer mucho mi
ortografía no mejoraba, el no ver las letras puede ser muy positivo. Según la
evidencia científica, cuando eres capaz de meterte de verdad en una historia tu empatía
aumenta.
miércoles, 1 de abril de 2020
¿Cómo editar un manuscrito en inglés?
Muchos de mis
manuscritos son en inglés. Tengo un colaborador cuyo primer idioma es el Farsi y me resulta muy fácil
editar lo que escribe. Sin embargo, con mis colaboradoras de la Universidad de
Oviedo la cosa cambia, tengo que esforzarme mucho para no pensar en español y
poder editar lo que “no suena” del todo inglés. Muchos errores de escritura de
bilingües que escriben en su segunda lengua vienen de las estructuras
sintácticas y formas de hablar de su primera lengua.
El objetivo de la
escritura científica es comunicar información de la forma más clara y concisa
posible, evitando grandilocuencias y clichés (Yang, 1995). Muchos investigadores no son nativos ingleses,
pero utilizan esta lengua para publicar en revistas internacionales. La
transferencia lingüística (el uso de los elementos propios de un idioma al
utilizar otro) influye en las estrategias de lectura de las personas bilingües
(Lallier & Carreiras, 2018). La combinación específica de las lenguas
que hablas determina la forma en que lees y escribes en cada idioma. Por
ejemplo, en español las frases tienen una media de nueve palabras más que en
inglés (Simpson, 2000). Cuando empecé a escribir en inglés, Dave se
pasaba la vida cambiando mis comas a puntos.
En manuscritos escritos por españoles muchos de los errores me
suenan bien porque son transferencias de mi lengua nativa. Son errores que yo también podría haber cometido, así que me tengo que esforzar
el doble. Para mí es mucho más fácil editar textos escritos en inglés por gente cuyo
idioma nativo no es el español. De todas formas, aunque editar el manuscrito sea
un poco más difícil, colaborar merece la pena porque investigar con gente de la
tierruca es mucho más divertido :D
domingo, 1 de marzo de 2020
¿Qué son las palabras prestadas?
El otro
día Dave estaba jugando a Red Dead Redemption II, un videojuego situado en el
oeste americano. Tenía los subtítulos puestos y cada poco veía aparecer la
palabra "buckaroo", una palabra que ya había oído antes porque es el apodo
cariñoso con el que le llamaba su abuelo de pequeño; sin embargo, nunca la había
visto por escrito. Como a Dave le gusta mucho saber el origen de las palabras, en
seguida se puso a investigar sobre préstamos
lingüísticos.
Un préstamo lingüístico (o léxico) es una palabra originaria
de una lengua que se usa en otra. Los préstamos lingüísticos están asociados al
contacto entre culturas; la comunicación entre lenguas da lugar a
palabras prestadas que se importan de un idioma a otro (Hoffer, 2005). Con el auge de internet, el inglés americano se
ha convertido en una gran fuente de palabras prestadas, sobre todo de términos
informáticos (Morin, 2006). Lo curioso es que las
palabras prestadas no suelen sonar igual en todas las lenguas. Por ejemplo, la
palabra WIFI se pronuncia / wɪ fɪ / en inglés (un español lo escribiría
“guaifai”) pero en español se pronuncia con la “i” española / 'wi fi /. La estructura del lenguaje también marca el tipo
de palabras que se suelen prestar con más frecuencia, los préstamos
lingüísticos se dan más en nombres que en verbos (Marian & Kaushanskaya, 2007).
Como
buckaroo es una palabra bastante única, al principio Dave pensó que debía venir
de alguna lengua de los nativos americanos. Sin embargo, cuando la buscó en
internet se dio cuenta de que viene del español. Resulta que la palabra
"buckaroo" / bʌ kæ ru / es la pronunciación americana de la palabra “vaquero"
/ ba 'ke ro /. En el oeste americano hubo mucha comunicación entre el inglés y el español; algunos eligieron ser cowboys
y otros buckaroos (pronunciado “bucarus”).
sábado, 1 de febrero de 2020
¿Cuándo es bueno traducir y cuándo es mejor no hacerlo?
Dave y yo hemos
estado en Santander de Nochevieja a Reyes. Los primeros días al llegar a España
suelo estar muy motivada; traduzco cada frase que dicen mis padres del español
al inglés y cada frase que dice Dave del inglés al español. Traducir todo lo
que se dice a tu alrededor desde por la mañana hasta por la noche no es fácil,
después de unos días así me voy cansando y dejo de traducir.
Lo interesante es
que según me voy cansando Dave se va viniendo arriba. Cuanto menos traduzco, más
habla y mejor se le entiende. ¿Es mejor que no traduzca? Por un lado, no
quieres dejar a la persona en la estacada, pero por otro, si estas
constantemente traduciendo no le estas dando la oportunidad de aprender a
defenderse en el nuevo idioma.
Traducir
puede ser una forma eficaz de aprender una lengua (Hummel, 2018). En programas de inmersión bilingüe,
animar a los alumnos a traducir durante actividades escolares facilita el
aprendizaje de la segunda lengua (Manyak, 2009). Sin embargo, en estos casos quien
hace el esfuerzo de traducir es la persona que está aprendiendo. ¿Qué pasa
cuando el que traduce es otro?
No he
encontrado ningún estudio sobre el impacto que tiene que alguien haga de
traductor en las habilidades lingüísticas de la persona que está aprendiendo. La mayoría de la gente aprende un idioma
cuando lo necesita para comunicarse, cuando tiene que hablar para conseguir
algo que quiere. Como tener un traductor elimina esa necesidad, es posible que
no sea beneficioso.
Es necesario hacer
un estudio para investigar si las personas aprenden mejor una lengua extranjera
cuando se tienen que defender por sí mismas (lo que las obliga a hablar) o cuando
tienen a alguien que les traduzca (lo que les puede ayudar a integrarse). Yo,
después de ver lo bien que se defiende Dave cuando lo dejo solo, he pensado que
en las próximas visitas me voy a ir cansando más rápido.
miércoles, 1 de enero de 2020
¿Cuándo empiezan los bilingües a mezclar sus idiomas?
En los años que
llevo viviendo en Estados Unidos siempre he tenido mis idiomas muy separados. Hablo con mis padres en español y con mi marido en inglés,
con mis amigos españoles en español y con mis amigos americanos en inglés. Sin
embargo, este año he notado un cambio. Tengo una nueva alumna de Máster que es
de Madrid y ha hecho la carrera en Lexington. Inés habla español e inglés tan
bien como yo y (para mi sorpresa) desde que trabajamos juntas mezclo muchísimo
mis dos idiomas.
La
alternancia de código (code-switching) es un término lingüístico que se refiere
al uso de dos o más lenguas en la misma frase o conversación (Grosjean, 1982). Para la mayoría de los
bilingües mezclar sus lenguas es algo completamente normal. Además, la forma en
la que los bilingües mezclan sus lenguas no es aleatoria, si no que sigue ciertas
normas (Heredia & Altarriba, 2001). La gente bilingüe alterna sus
lenguas cuando están en un contexto en que esto es posible, como cuando están
hablando con otros bilingües. Además, los bilingües suelen cambiar al otro
idioma cuando esa palabra describe mejor lo que intentan explicar. Inés y yo solemos utilizar términos de
investigación en inglés (“IRB”, “assent form”) y expresiones coloquiales en
español (“este ordenador esta de viernes”).
Desde que Inés
está en mi laboratorio mezclo mis idiomas como no lo había hecho nunca. Como sé
que me va a entender diga lo que diga, no tengo que preocuparme de decirlo en
un idioma concreto. Para mí, lo más curioso es que incluso mezclo los dos
idiomas por escrito. He mandado emails que eran la mitad en inglés y la mitad
en español, y ni siquiera me había dado cuenta de que había cambiado de idioma a
medio email. Los bilingües empiezan a mezclar sus lenguas en el momento en que
tienen a alguien con quien hacerlo.
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Datos personales
- Sara Incera
- Sara Incera obtuvo la Licenciatura en Psicología en la Universidad de Salamanca, el Doctorado en Psicología en la Cleveland State University, y actualmente reside en Lexington (EEUU) donde trabaja como profesora universitaria en la Eastern Kentucky University.
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