viernes, 20 de abril de 2018

¿Cómo podemos aprender a sintetizar mejor?

Acabo de leer en las noticias que comer pasta ayuda a perder peso, pero hace no mucho comer pasta era la mejor forma de ganar peso. Actualmente hay mucha gente aburrida con las recomendaciones “científicas.” Lo que hoy se considera perjudicial mañana es lo mejor del mundo y viceversa. El problema es que en la mayoría de los casos la realidad es mucho más compleja de lo que se transmite en los titulares. ¿Cómo podemos intervenir para ayudar a la gente a integrar información contradictoria? Cuando leemos diferentes textos, con perspectivas opuestas, es difícil encontrar una solución.

Según un nuevo estudio, es posible mejorar la habilidad de los estudiantes para integrar dos textos opuestos sobre un tema conflictivo (Mateos, Martín, Cuevas, Villalón, Martínez & González-Lamas, 2018). El objetivo es enseñar a la gente a seleccionar la información necesaria para llegar a una conclusión que integre los dos puntos de vista, que recoja argumentos y contrargumentos y vaya más allá de una posición simplista. Tengo que recalcar que los autores del artículo concluyen que sólo se observa una mejora en la capacidad de los estudiantes de integrar los textos cuando las instrucciones enfatizan de forma explícita la importancia de sintetizar varias fuentes y además se centran en cómo abordar el proceso de integración. Sin toda esta guía y apoyo por parte del profesor, la mayoría de los alumnos escogen un punto de vista y rechazan la opinión contraria.  

En un mundo en el que estamos siendo constantemente bombardeados con información contradictoria, ¿cómo podemos llegar a conclusiones razonables? Necesitamos aprender a explorar las distintas perspectivas de un problema para buscar soluciones útiles. Ser capaz de contrastar información contradictoria es una habilidad muy importante. Tenemos que saber integrar información de diferentes fuentes para poder formarnos una opinión crítica de lo que pasa en el ámbito académico y en las noticias. Después de leer con calma los pros y los contras, en mi casa hoy cenamos pasta.

(Muchísimas gracias a Ruth Villalón por sus sugerencias y matizaciones :D)

domingo, 1 de abril de 2018

¿Cómo pronuncias tu nombre?

Me llamo Sara Incera. Toda mi vida he pronunciado mi nombre en español / sara /. El problema es que, al presentarme de esa forma en Estados Unidos, siempre me piden que repita mi nombre. Hubo un momento en que me cansé de hacerlo y empecé a pronunciarlo en inglés / sɛrə / con lo que ahora todos me entienden a la primera. En mi nueva universidad lo normal es usar el apellido (Dr. Bundy, Dr. Chen, Dr. Henning…) así que a mí me llaman Dr. Incera. Tengo que escribir “in-thur-uh” / inθɛra / en la pizarra, para que mis alumnos sepan cómo pronunciarlo. Siempre pronuncio mi apellido con acento español ya que, aunque quisiera, no sabría cómo pronunciarlo en inglés. El conflicto surge cuando me tengo que presentar con mi nombre completo. Aunque estoy acostumbrada a pronunciar Sara con acento americano, cuando va seguido de mi apellido me sale en español. Mezclar los dos acentos me suena muy raro.

Hay aspectos del contexto que influyen en la forma en que una persona decide pronunciar una palabra concreta en un momento determinado. Por un lado, tu acento está relacionado con tu identidad (Levis, 2005). Los acentos están influenciados por las realidades sociolingüísticas. Los grupos sociales marcan la forma en que los hablantes pronuncian ciertos sonidos. Por otro lado, se ha observado que el uso simultáneo de más de una lengua hace que la pronunciación sea menos nativa. Cuando a hablantes bilingües españoles se les pide que mezclen español e inglés, su pronunciación se vuelve más acentuada que cuando hablan en una sola lengua (Goldrick, Runnqvist, & Costa, 2014). Al parecer, no soy la única que cambia de acento dependiendo de la gente con la que habla o del contexto lingüístico. Si el mismo nombre se pronuncia de forma distinta en lenguas diferentes, la persona bilingüe tiene que decidir cómo pronunciarlo, lo cual está muy ligado a su identidad y su contexto.

Datos personales

Mi foto
Sara Incera obtuvo la Licenciatura en Psicología en la Universidad de Salamanca, el Doctorado en Psicología en la Cleveland State University, y actualmente reside en Lexington (EEUU) donde trabaja como profesora universitaria en la Eastern Kentucky University.

Entrada destacada

Blogueando en Español

Esta es la primera entrada de “Blogueando en Español”, un espacio en el que quiero escribir sobre temas de psicología del lenguaje, bilingü...