Según un nuevo estudio, es posible mejorar la habilidad de los estudiantes para integrar dos textos opuestos sobre un tema conflictivo (Mateos, Martín, Cuevas, Villalón, Martínez & González-Lamas, 2018). El objetivo es enseñar a la gente a seleccionar la información necesaria para llegar a una conclusión que integre los dos puntos de vista, que recoja argumentos y contrargumentos y vaya más allá de una posición simplista. Tengo que recalcar que los autores del artículo concluyen que sólo se observa una mejora en la capacidad de los estudiantes de integrar los textos cuando las instrucciones enfatizan de forma explícita la importancia de sintetizar varias fuentes y además se centran en cómo abordar el proceso de integración. Sin toda esta guía y apoyo por parte del profesor, la mayoría de los alumnos escogen un punto de vista y rechazan la opinión contraria.
En un mundo en el que estamos siendo constantemente bombardeados con información contradictoria, ¿cómo podemos llegar a conclusiones razonables? Necesitamos aprender a explorar las distintas perspectivas de un problema para buscar soluciones útiles. Ser capaz de contrastar información contradictoria es una habilidad muy importante. Tenemos que saber integrar información de diferentes fuentes para poder formarnos una opinión crítica de lo que pasa en el ámbito académico y en las noticias. Después de leer con calma los pros y los contras, en mi casa hoy cenamos pasta.
(Muchísimas gracias a Ruth Villalón por sus sugerencias y matizaciones :D)
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