domingo, 1 de diciembre de 2019

¿Cómo utilizar la inteligencia artificial en la psicología del lenguaje?

En mi laboratorio queremos utilizar la inteligencia artificial para investigar temas de psicología del lenguaje. La inteligencia artificial es el campo de la informática que estudia si las máquinas piensan como seres humanos. Una subdisciplina de la inteligencia artificial es el aprendizaje automático, que se define como la capacidad que tienen las máquinas de recibir un conjunto de datos y aprender por sí mismas las relaciones entre los datos. Además de para vender cosas, el aprendizaje automático se puede utilizar para salvar vidas.

Si entrenas a un ordenador con textos escritos por muchas personas en distintas redes sociales, el ordenador puede aprender cómo ciertas características del lenguaje escrito se asocian con ciertos comportamientos. Hasta ahora en psicología nos hemos centrado en explicar las causas del comportamiento, pero gracias al aprendizaje automático vamos a poder predecir cómo se van a comportar las personas (Yarkoni & Westfall, 2017). Por ejemplo, analizar textos usando el aprendizaje automático puede ser una forma eficaz de predecir quién tiene más riesgo de suicidio (Torous & Walker, 2019). Una parte importante del aprendizaje automático es que primero hay que entrenar al ordenador con ejemplos de los datos que luego quieres que sea capaz de predecir. Para poder entrenar al ordenador a decidir si una persona tiene riesgo de suicidio, hay que conseguir una base de datos en la que tengamos muchos textos y sepamos si los autores se han intentado suicidar o no. Además, tenemos que ser capaces de acceder a textos nuevos para poder predecir si los autores tienen riesgo de suicidio.

Aunque el aprendizaje automático parezca complicado, la verdadera dificultad de estos proyectos es encontrar la base de datos adecuada para poder entrenar al ordenador. Una vez que se completa la fase de entrenamiento, es posible predecir el comportamiento de otras personas analizando los textos que han escrito. Cuantos más datos se tengan mejor va a ser capaz el ordenador de determinar la relación entre lo que las personas escriben y cómo se van a comportar. En mi laboratorio el siguiente objetivo es encontrar los datos adecuados para predecir comportamientos de riesgo analizando lo que escribe la gente. 

viernes, 1 de noviembre de 2019

¿Influye tu personalidad en cómo percibes los acentos extranjeros?


Cuando empiezo una conversación en inglés, lo primero que la gente nota es mi acento español, lo cual genera respuestas diversas. La mayoría de la gente reacciona con interés, preguntándome de dónde soy. También he tenido algunas situaciones (normalmente por teléfono) en las que sé que mi interlocutor hubiese preferido hablar con alguien sin acento. ¿Podemos predecir quién prefiere hablar con alguien con acento? 

Dewaele y McCloskey (2014) crearon un cuestionario sobre personalidad y acentos que contestaron más de 2.000 personas. Lo primero que descubrieron es que a los extravertidos (aquellos que disfrutan con la gente y participan más en reuniones sociales) les molestan menos los acentos extranjeros que a los introvertidos. Lo segundo es que a la gente estable emocionalmente (capaz de mantenerse equilibrada y que no experimenta fácilmente emociones negativas) le molestan menos los acentos que a la gente inestable. Lo tercero es que a aquellos con más tolerancia a la ambigüedad (los que admiten distintas interpretaciones de un mismo tema) les molestan menos los acentos que a los que tienen menos tolerancia a la ambigüedad. Es importante recalcar que los que contestaron al cuestionario tenían peores actitudes hacia su propio acento extranjero que hacia el acento extranjero de los demás.

En ciertas circunstancias tener un acento extranjero puede ser una desventaja, pero también es importante recordar que tener un acento cuenta parte de tu historia. Un acento dice que has tenido el valor de mudarte a un país donde no se habla tu primera lengua, lo cual es una forma estupenda de empezar una conversación. Una vez que encuentras a un interlocutor con el que la conversación es interesante es muy fácil olvidarse de los acentos.

martes, 1 de octubre de 2019

¿Cuándo usar abreviaturas en un mensaje de texto?


Cuando conocí a Dave en Irlanda intercambiamos números y empezamos a comunicarnos por mensaje. Al final de cada mensaje yo le escribía Bss, la abreviatura de besos en español. Dave me ha contado que la primera vez que lo leyó se ilusionó mucho ¿esta chica me manda besos? Al poco se enteró de que en el contexto cultural español todo el mundo se despide con dos besos, que el escribir Bss en un mensaje no es una declaración de intenciones.
  
El lenguaje de los mensajes de texto (“textese” en inglés) es una forma abreviada de escribir. Sabemos que distintas generaciones utilizan esta forma de escribir de forma diferente. Los adolescentes utilizan muchas más abreviaturas en sus mensajes de texto que los adultos. Además, los adolescentes son mucho más conscientes que los adultos de cuando es correcto usar abreviaturas y cuando no (Sánchez-Moya & Cruz-Moya, 2015). Los estudiantes universitarios consideran que es más apropiado utilizar formas abreviadas en mensajes de texto con sus amigos que con sus compañeros de clase o sus profesores (Kemp & Clayton, 2017). Aunque el escribir de forma abreviada en mensajes de texto sea un fenómeno universal, el saber cuándo es apropiado escribir de una forma u otra es una habilidad muy marcada por la cultura.

No he encontrado ningún estudio que compare las abreviaturas más comunes en distintas culturas. Como en el ejemplo de Bss, estoy convencida de que hay que entender el contexto cultural (además del significado literal) de las abreviaturas para poder comprenderlas. Aunque al escribir Bss en esos primeros mensajes no me refería a lo mismo que Dave, desde entonces le he dado muchísimos besos. Hace ya tiempo que siempre terminamos los mensajes con Tq. 

domingo, 1 de septiembre de 2019

¿Cómo hacer sugerencias a la gente que supervisas?


Una de las partes que más me gusta de mi trabajo es ser mentora. Al principio de cada curso entrenamos a los nuevos ayudantes de investigación en las tareas del laboratorio. Cuando le dices a una persona cómo tiene que llevar a cabo una tarea, hay que tener cuidado de no provocar sentimientos defensivos. Es importante que el tono de tus comentarios sea el apropiado para mejorar el rendimiento en las tareas sin eliminar la motivación.

Al hacer recomendaciones es importante tener en cuenta lo que hay que mejorar y la forma en la que se lo va a tomar la persona a la que le estás haciendo el comentario. Si tus estudiantes tienen la sensación de que te tomas en serio lo que hacen es más probable que piensen que tus sugerencias son justas y útiles (Trees, Kerssen-Grip & Hess, 2009). Hay muchos estudiantes que reciben comentarios que no les aportan nada, ya que no son capaces de entender lo que significan y no saben cómo ponerlos en práctica (Sadler, 2010). Para que tus estudiantes incorporen tus sugerencias de forma eficaz, tienen que ser capaces de regular su propio aprendizaje y de cambiar la forma en la que enfocan sus tareas (Carless, Salter, Yang & Lam, 2010). La mejor forma de ayudar a la gente que supervisas es hacer sugerencias concretas, específicas, y que sean fáciles de implementar.

Tengo la suerte de trabajar con alumn@s que están muy motivad@s. En nuestra última reunión una de mis alumnas más veteranas explicó al resto en qué consiste nuestro último experimento y qué es lo que hay que hacer cuando viene un participante al laboratorio. Lo hizo tan bien que no tuve que decir nada. Me llena de orgullo saber que mis estudiantes son capaces de hacer estas tareas por sí solos. En mi opinión, el objetivo final de ser mentora es volverse irrelevante.

jueves, 1 de agosto de 2019

¿Qué significa sentirte cómodo con tu identidad?


Este verano he participado en el campamento “Camino To Success”, una iniciativa que tiene como objetivo atraer a estudiantes latinos a nuestro campus, y hacerlos sentir como en casa, para animarlos a que vengan a estudiar con nosotros. En la ceremonia de clausura un alumno, un orador excepcional, dió un discurso que nos dejó a todos sin habla. Durante la parte más emocional y honesta del discurso, este chico contó historias de discriminación, aislamiento y soledad. Explicó lo difícil que es vivir siendo parte de dos culturas distintas.

La integración de la identidad bicultural se refiere al proceso de crear tu propio yo cuando eres parte de dos grupos culturales distintos. ¿Es posible desarrollar una identidad integrada? Benet-Martínez y Haritatos (2005) descubrieron que hay dos aspectos importantes que forman parte de la integración bicultural. Por un lado, la “distancia cultural” se refiere a las actitudes hacia la organización conceptual de las dos culturas (Mantengo mis dos culturas separadas). Por otro, el “conflicto cultural” se refiere a los sentimientos asociados con el proceso de navegar tus dos culturas (Me siento atrapada entre mis dos culturas).

En mi opinión lo más preocupante del discurso fue el énfasis en políticas de identidad (ensalzar la identidad de grupos colectivos sin considerar la individualidad personal). Cuando has sido discriminado, estás dolido, y te sientes atrapado, este tipo de argumentos emocionales pueden sonar bien. Sin embargo, percibir tus dos culturas como opuestas y en conflicto puede tener consecuencias muy negativas, tanto para la sociedad en general como para la salud mental de quien piensa de esta forma. Es necesario ayudar a la gente bicultural a integrar sus culturas de forma positiva. En vez de ser de ninguna parte es muy importante sentirse parte de las dos culturas. 

lunes, 1 de julio de 2019

Faltas de ortografía: ¿no te da de ojo?


El otro día le mandé un email a mi madre sobre el nuevo “garage” que estamos construyendo. Se quedó extrañada y me puso: “garaje la segunda con g... ¿pero no te da de ojo?” En español garaje se escribe la segunda con j y yo, en el pasado, nunca habría cometido una falta de ortografía como esta. Lo curioso es que mi error no ha sido una cosa aleatoria, en inglés garaje se escribe la segunda con g.

En el contexto de la psicología del bilingüismo, transferencia es el uso de aspectos propios de una lengua al hablar en otra distinta. En concreto, la transferencia ortográfica es usar la ortografía de una de tus lenguas cuando escribes en la otra. Cuando una persona sabe leer y escribir en dos idiomas distintos, la ortografía de un idioma puede influir en la forma en la que escribe en el otro idioma (Sun-Alperin & Wang, 2011). Además, se ha visto que el grado de transferencia se basa en lo similares que sean las dos lenguas (Pasquarella, Chen, Gottardo, & Geva, 2014). Cuando hay varias palabras que se parecen, la gente bilingüe tarda más en responder (van Heuven, Dijkstra, & Grainger, 1998). En mi caso, hice una transferencia ortográfica al usar la ortografía inglesa para escribir una palabra en español.

Total que no, que después de ocho años en Estados Unidos no me da de ojo para nada. Mi cerebro no parece recordar que en español esto es una falta de ortografía. Sin embargo, en el momento en que me paro y lo pienso, sí que sé que está fatal. A partir de ahora voy a fijarme más y a usar el corrector ortográfico, sobre todo si son palabras que se parecen pero se escriben de forma distinta. 

sábado, 1 de junio de 2019

¿En qué idioma tuiteas?


Cada vez que escribo un tuit me pregunto, ¿en qué idioma lo pongo? Hay veces en que está claro, cuando tuiteas a alguien en concreto o cuando contestas en un hilo, pero cuando simplemente quieres hacer un comentario la cosa no es tan fácil. En la vida cotidiana el contexto marca el idioma, pero si eres bilingüe en las redes sociales además de lo que dices y cómo lo dices tienes que considerar el idioma en el que lo vas a decir.

Lo que escribes dice mucho sobre ti mismo, hasta el punto de que es posible juzgar el nivel de inestabilidad emocional y de amabilidad de un persona analizando sus tuits (Qiu, Lin, Ramsay, & Yang, 2012). Para decidir el idioma de un tuit tienes que tener en cuenta tu objetivo, en mi caso lo uso más que nada para estar al día con temas de investigación y enseñanza por lo que tuiteo mucho en inglés. También tienes que tener en cuenta a quién va dirigido o quién quieres que se entere, ya que el idioma del tuit va a determinar su audiencia. Además, se ha visto que tuitear es diferente en distintas lenguas, por ejemplo en alemán se usan más etiquetas (hashtags) y en español se usan más menciones (Weerkamp,Carter, & Tsagkias, 2011). Es importante recalcar que la gente bilingüe que usa las redes sociales construye diferentes identidades que son dinámicas y evolucionan con el tiempo (Chen, 2013).

A mí me da la sensación de tener dos tuiters distintos, cada uno en un idioma. Puede que esto se deba, al menos en parte, al hecho de que sigo a gente de dos países distintos, pero puede que el idioma también marque una diferencia. En mi experiencia, la división lingüística define los temas que se tratan y la forma en que se discuten. Aunque a veces no sepas en qué idioma poner un tuit, la ventaja de ser bilingüe es que tienes acceso a ambos mundos.

miércoles, 1 de mayo de 2019

¿Te gustan los trabalenguas?


El otro día Dave y yo estuvimos practicando trabalenguas, tanto en inglés (“If a dog chews shoes, whose shoes does he choose?” “Peter Piper picked a peck of pickled peppers. A peck of pickled peppers Peter Piper picked. If Peter Piper picked a peck of pickled peppers? Where's the peck of pickled peppers Peter Piper picked?”) como en español (“El cielo está enladrillado, quién lo desenladrillará, el desenladrillador que lo desenladrille, buen desenladrillador será”). En seguida nos dimos cuenta que, si los trabalenguas son difíciles en tu primera lengua, en tu segunda lengua son casi imposibles. 

Lo que distingue a un trabalenguas de una frase normal es la repetición de ciertos sonidos. Por ejemplo, en el trabalenguas “Pablito clavó un clavito, ¿qué clavito clavó Pablito?” la confusión viene de repetir los sonidos “bl” y “cl.” Al estudiar el efecto de los trabalenguas con técnicas de neuroimagen (Keller, Carpenter, Just, 2003), se ha visto que no sólo activan áreas del cerebro asociadas con el habla, sino que también activan zonas del cerebro encargadas del procesamiento de los sonidos. Además, los trabalenguas generan errores independientemente de si los dices en alto o de si los lees para ti mismo (Corley, Brocklehurst, & Moat, 2011). Al estudiar el efecto de los trabalenguas en gente bilingüe se ha visto que cometen más errores que los monolingües, y que esta desventaja emerge aunque los bilingües no tengan acento extranjero y hablen el idioma del trabalenguas desde pequeños (Gollan & Goldrick, 2012).

Al parecer cuanto más familiarizado estás con ciertos sonidos más fácil te es pronunciar un trabalenguas sin errores. Para mí es casi imposible decir: “How much wood would a woodchuck chuck if a woodchuck could chuck wood? He would chuck, he would, as much as he could, and chuck as much wood, as a woodchuck would if a woodchuck could chuck wood.” Las personas bilingües tienen menos práctica con los sonidos específicos de cada idioma, lo que parece resultar en más errores al decir un trabalenguas. Después de varios intentos, Dave y yo nos decantamos por pronunciar los trabalenguas cada uno en nuestro idioma. 

lunes, 1 de abril de 2019

¿En qué idioma discutes?


Hay veces en que es mejor tener un poco de distancia emocional. Recientemente he estado trabajando en una propuesta para crear un centro de “Big Data” en nuestro campus. Un centro de estas características requiere coordinar a mucha gente en distintos departamentos (matemáticas, informática, psicología…), así que sin comerlo ni beberlo me he visto inmersa en la política de mi universidad. El hecho de que todas estas conversaciones sean en inglés puede haberme ayudado. ¿Es verdad que al procesar información en tu segunda lengua lo sientes menos?

El idioma en el que hablas influye en las decisiones que tomas. En concreto, sabemos que procesar información en tu segunda lengua te hace pensar más despacio, por lo que tomas decisiones de forma más calculada y te dejas llevar menos por la intuición (Costa, Vives, & Corey, 2017). Se ha visto que al hablar en tu segunda lengua la intensidad de tus emociones es menor. Este descubrimiento tiene implicaciones importantes para contextos clínicos, ya que utilizar la segunda lengua con pacientes bilingües puede reducir su miedo (García-Palacios, Costa, Castilla, del Río, Casaponsa, & Duñabeitia, 2018).

En el contexto laboral tomar decisiones de forma racional puede ser una ventaja, pero esta baja intensidad emocional puede ser una desventaja en el contexto personal. En ocasiones, en medio de una discusión Dave me ha dicho lo fría que soy. Aunque puede ser verdad que me tome las cosas de forma más pragmática que la mayoría (al fin y al cabo, soy científica), también puede ser que el tener la discusión en inglés me haga más distante y menos capaz de empatizar. Ya le he dicho a Dave que tenemos que empezar a discutir en español, a ver cómo de racional se vuelve. 

viernes, 1 de marzo de 2019

¿Son los emoticonos un lenguaje universal?


Cuando nos comunicamos a través de mensajes de texto es importante poder expresar nuestras emociones. Una opción es usar onomatopeyas pero, de la misma forma que el gallo hace “kikiriki” en español y "cock-a-doodle-doo" en inglés, la gente se ríe “je je” en español y “he he” en inglés. Una alternativa que parece ser universal son los emoticonos. Cuando mi madre (española) y mi suegra (americana) se mandan mensajes, añaden un montón de sonrisas, corazones, y signos de exclamación que no necesitan traducción. Al parecer gente de distintos países, y con distintas lenguas, no tiene problemas para entender el significado de los emoticonos.

Los usos culturales de los emoticonos pueden ser distintos. Por ejemplo los japoneses, para los que ser educado es muy importante, utilizan más emoticonos que los americanos (Kavanagh, 2016). Sin embargo, la interpretación de su significado parece ser equivalente independientemente de la lengua y la cultura. Las compañías de teléfono han estandarizado los emoticonos, con lo que se están convirtiendo en símbolos que todo el mundo reconoce. Está surgiendo un lenguaje universal que puede derribar barreras lingüísticas (Azuma & Ebner, 2018).

Las cosas triviales son muy fáciles de transmitir con emoticonos, pero (en mi opinión) cuando quieres mandar un mensaje serio no aportan mucho. Por ejemplo, si mandas un mensaje a alguien preguntando por un enfermo, los emoticonos parecen fuera de lugar. Aunque los haya tristes, como la cara llorando, parecen demasiado banales para un mensaje sobre un tema importante. La posibilidad de eliminar barreras lingüísticas es interesante, pero no estoy segura de que los emoticonos vayan a ser lo suficientemente sofisticados como para escribir sólo con ellos. Yo los considero una connotación que puede aportar mucho a la comunicación escrita, pero no un lenguaje en sí mismos.

viernes, 1 de febrero de 2019

¿En qué idioma hablas con tu perr@?


Dave y yo tenemos una perrita en casa. Se llama Luna, es una Malamute de Alaska, y acaba de hacer tres meses. Aunque en general es tranquila, hay veces que (como todos los cachorros) las lía pardas; le encantan mis zapatillas y salir corriendo con una es su juego favorito. Luna es una monada y cuando estoy con ella suelo contarle cosas en español. Al pasar tanto tiempo charlando con Luna me pregunto: ¿Cómo habla la gente con sus perros?

Cuando nos dirigimos a niños pequeños solemos subir el tono, pronunciar de forma exagerada, y poner mucho entusiasmo. Se ha visto que al dirigirnos a un perro también subimos el tono y ponemos entusiasmo, pero lo de articular de forma exagerada es sólo con los niños (Burnham, Kitamure, & Vollmer-Conna, 2002). En un experimento hecho en Australia han descubierto que la gente articula más con los niños, seguido de los loros, y menos con los perros (Xu, Burnham, Kitamura, & Vollmer-Conna, 2013). La forma en que articulamos al hablar parece depender de la capacidad de entendimiento que esperamos de nuestra audiencia. Sin embargo, es interesante descubrir que independientemente del nivel de entendimiento del animal, cuando jugamos con un perro solemos comunicarnos como si estuviésemos en una conversación (Mitchell, 2004). Al parecer, aunque no articulemos de forma exagerada, tener conversaciones con un perro es algo de lo más normal.

Lo mejor de hablar con Luna en español es que puedo utilizar mis expresiones, refranes, y frases hechas favoritas, incluso las que no tienen traducción directa al inglés. Aunque a veces estoy hablando en inglés y tengo que darme cuenta de cambiar de idioma, en general me es muy fácil contarle cosas en español. Una ventaja añadida es que es una buena excusa para que Dave vaya haciendo oído. Entre los dos vamos a hacer a nuestra perra bilingüe :D

martes, 1 de enero de 2019

¿Cómo se traducen las frases hechas?

A Dave y a mí nos gusta debatir qué lengua es más completa y con cuál se pueden expresar mejor ciertas cosas. Lo más divertido es encontrar frases que no tienen una traducción literal y pensar en cómo se dirían en el otro idioma.

Los “modismos” (“idioms” en inglés) son expresiones cuyo significado no es literal sino metafórico. Por ejemplo, “que no estamos de pies en la nieve” significa que no tenemos prisa, pero esta idea no puede deducirse directamente de las palabras que componen la frase. El hecho de que el significado metafórico tenga prioridad sobre el significado literal hace que los modismos sean difíciles de traducir (Adelnia & Dastjerdi, 2011). Un estudio con fMRI encontró diferencias en cómo la gente procesa el significado metafórico y el literal. En concreto, para procesar el significado literal de los modismos se activan zonas del hemisferio derecho que no son necesarias para procesar su significado metafórico (Mashal et al., 2008).

Otro asunto interesante con respecto a los modismos es si se usan más en unos idiomas que otros. A todos nos gusta pensar que nuestro idioma es especial, pero es importante contestar a esta pregunta de forma empírica. Boers y Stengers (2008) compararon la prevalencia de las frases hechas en español y en inglés, y concluyeron que los dos idiomas usan modismos en la misma proporción. Es importante recalcar que, aunque la proporción sea la misma, el contenido es distinto en cada idioma. En concreto, en inglés hay muchas expresiones asociadas con deportes de pelota ("to have two strikes"), y en español hay muchos modismos derivados de la religión ("para más inri").

La cultura tiene un papel muy importante en las expresiones de la vida cotidiana. Para traducir un modismo hay que explicar no sólo el sentido de la frase sino el contexto del que viene. Se puede descubrir mucho de un sitio aprendiendo su idioma.

Datos personales

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Sara Incera obtuvo la Licenciatura en Psicología en la Universidad de Salamanca, el Doctorado en Psicología en la Cleveland State University, y actualmente reside en Lexington (EEUU) donde trabaja como profesora universitaria en la Eastern Kentucky University.

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