miércoles, 1 de julio de 2020

¿Son las letras griegas que se usan en ciencias una lengua extranjera?


Estoy escribiendo un artículo metodológico con mi amiga Amanda, que es profesora en el departamento de matemáticas y estadística de mi universidad. Es un manuscrito bastante distinto a los que suelo escribir, en vez de un experimento con un descubrimiento, estamos describiendo una nueva metodología para el análisis de datos. El artículo incluye páginas de fórmulas escritas con letras griegas, cuando las miro me da la sensación de estar leyendo en una lengua extranjera.

Para poder escribir fórmulas matemáticas en un ordenador se necesita añadir símbolos o usar un teclado especial. En clases online se ha visto que cuando los alumnos tienen acceso a un teclado con símbolos matemáticos la participación aumenta y la comunicación es mucho mejor (ElSheikh & Najda, 2013). También se pueden utilizar bolígrafos digitales que permiten a los alumnos escribir en el ordenador como si estuvieran escribiendo en papel, lo que hace que escribir fórmulas matemáticas sea mucho más sencillo. Usar un bolígrafo digital en una clase online aumenta el nivel de participación de los alumnos (Karal et al., 2013). El hecho de que se necesiten símbolos/teclados/bolígrafos especiales para poder escribir fórmulas matemáticas pone de manifiesto que las letras griegas que se usan en ciencias son una lengua extranjera.  

Aunque en mi artículo con Amanda tengo muy claro el objetivo del análisis, me cuesta entender lo que significa cada fórmula. No estoy acostumbrada a leer esta lengua y alguien me tiene que contar lo que significan los símbolos para ser capaz (con algo de esfuerzo) de asociar las fórmulas con su explicación oral. Esta experiencia me ha hecho preguntarme sobre la mejor forma de enseñar a escribir fórmulas matemáticas. ¿Podría el área de lectoescritura en segunda lengua aportar algo útil?


lunes, 1 de junio de 2020

¿Cómo sabes si una palabra es tabú?


Cuando conocí a Dave mi inglés era pésimo.  Al llegar a Estados Unidos mucha gente me decía que sonaba como él, porque al aprender a hablar con él utilizaba sus giros y expresiones. Dave dice muchos tacos y yo al principio los soltaba con toda naturalidad. No fue hasta que me encontré en situaciones en que la gente me miraba raro (en casa de los abuelos de Dave, en la universidad…) que empecé a notar que algunas palabras no son apropiadas en ciertos contextos.

En un nuevo estudio que acabamos de publicar (Incera et al., 2020) hemos visto que la gente procesa las palabras tabú de forma más intensa en su primera lengua. Cuando hablas en tu segunda lengua las palabrotas no te afectan tanto. ¿Es una cuestión de nivel? ¿Es una cuestión de aprender desde niño/a? ¿Es una cuestión de usar mucho el idioma? Probablemente sean varias cosas a la vez. A mí me parece que cuenta mucho el contexto en el que usas el idioma, sobre todo si estas en situaciones en que la gente te hace saber si lo que dices es apropiado o no. Si usas una segunda lengua lo suficiente, y en un contexto en el que la gente “te mira mal” si metes la pata, acabas sabiendo la forma apropiada de hablar en cada situación.

En tu primera lengua lo vas asimilando desde pequeño, todo tu entorno te enseña lo que puedes decir y lo que no. Sin embargo, en tu segunda lengua tienes que ir aprendiendo sobre la marcha. Yo me di cuenta de lo malhablado que es Dave cuando fuimos a casa de su abuela. Él cambió el registro con mucha naturalidad, yo metí un poco la pata… Sin embargo, he ido aprendiendo y ahora sé exactamente lo que digo, si digo un taco es porque quiero.

viernes, 1 de mayo de 2020

¿Es verdad que leer te ayuda a empatizar?


Leer una novela me evade, me permite centrarme en las vivencias de otras personas y olvidarme de mi misma. A mi madre y a mí nos pasa que “dejamos de ver las letras” y nos perdemos totalmente en la historia. Durante la pandemia del coronavirus esta habilidad me ha ayudado mucho. Dos de los libros que he leído esta cuarentena han sido “Una educación” de Tara Westover y “Te regalaré las estrellas” de Jojo Moyes. Gracias a estos libros he podido desconectar y descubrir nuevos mundos en las montañas de Idaho y Kentucky.

Se ha visto que la gente que lee libros sobre historias inventadas tiene más empatía (Mar et al., 2009). Leer historias ficticias aumenta tu capacidad para entender lo que piensan otras personas (Kidd & Castano, 2013). Según la “Teoría de la Transportación” (Transportation Theory) al leer te transportas mentalmente al sitio en el que ocurre la historia y tu empatía aumenta (Bal & Veltkamp, 2013). Sin embargo, es importante recalcar que el efecto positivo de leer novelas no surge cuando las historias no son ficticias, o cuando el lector no es capaz de sumergirse en el relato. Para que una historia te ayude a mejorar tu empatía tienes que meterte en ella.

Para poder evadirte un libro tiene que engancharte, al fin y al cabo la mitad del libro lo pone el autor pero la otra mitad la pones tú. Además, tienes que estar en un espacio que te permita desconectar del mundo, y tienes que tener la suficiente habilidad lectora para sumergirte en la historia. Aunque me solía quejar de que a pesar de leer mucho mi ortografía no mejoraba, el no ver las letras puede ser muy positivo. Según la evidencia científica, cuando eres capaz de meterte de verdad en una historia tu empatía aumenta.

miércoles, 1 de abril de 2020

¿Cómo editar un manuscrito en inglés?


Muchos de mis manuscritos son en inglés. Tengo un colaborador cuyo primer idioma es el Farsi y me resulta muy fácil editar lo que escribe. Sin embargo, con mis colaboradoras de la Universidad de Oviedo la cosa cambia, tengo que esforzarme mucho para no pensar en español y poder editar lo que “no suena” del todo inglés. Muchos errores de escritura de bilingües que escriben en su segunda lengua vienen de las estructuras sintácticas y formas de hablar de su primera lengua.

El objetivo de la escritura científica es comunicar información de la forma más clara y concisa posible, evitando grandilocuencias y clichés (Yang, 1995). Muchos investigadores no son nativos ingleses, pero utilizan esta lengua para publicar en revistas internacionales. La transferencia lingüística (el uso de los elementos propios de un idioma al utilizar otro) influye en las estrategias de lectura de las personas bilingües (Lallier & Carreiras, 2018). La combinación específica de las lenguas que hablas determina la forma en que lees y escribes en cada idioma. Por ejemplo, en español las frases tienen una media de nueve palabras más que en inglés (Simpson, 2000). Cuando empecé a escribir en inglés, Dave se pasaba la vida cambiando mis comas a puntos.

En manuscritos escritos por españoles muchos de los errores me suenan bien porque son transferencias de mi lengua nativa. Son errores que yo también podría haber cometido, así que me tengo que esforzar el doble. Para mí es mucho más fácil editar textos escritos en inglés por gente cuyo idioma nativo no es el español. De todas formas, aunque editar el manuscrito sea un poco más difícil, colaborar merece la pena porque investigar con gente de la tierruca es mucho más divertido :D

domingo, 1 de marzo de 2020

¿Qué son las palabras prestadas?


El otro día Dave estaba jugando a Red Dead Redemption II, un videojuego situado en el oeste americano. Tenía los subtítulos puestos y cada poco veía aparecer la palabra "buckaroo", una palabra que ya había oído antes porque es el apodo cariñoso con el que le llamaba su abuelo de pequeño; sin embargo, nunca la había visto por escrito. Como a Dave le gusta mucho saber el origen de las palabras, en seguida se puso a investigar sobre préstamos lingüísticos. 

Un préstamo lingüístico (o léxico) es una palabra originaria de una lengua que se usa en otra. Los préstamos lingüísticos están asociados al contacto entre culturas; la comunicación entre lenguas da lugar a palabras prestadas que se importan de un idioma a otro (Hoffer, 2005). Con el auge de internet, el inglés americano se ha convertido en una gran fuente de palabras prestadas, sobre todo de términos informáticos (Morin, 2006). Lo curioso es que las palabras prestadas no suelen sonar igual en todas las lenguas. Por ejemplo, la palabra WIFI se pronuncia / wɪ fɪ / en inglés (un español lo escribiría “guaifai”) pero en español se pronuncia con la “i” española / 'wi fi /. La estructura del lenguaje también marca el tipo de palabras que se suelen prestar con más frecuencia, los préstamos lingüísticos se dan más en nombres que en verbos (Marian & Kaushanskaya, 2007).

Como buckaroo es una palabra bastante única, al principio Dave pensó que debía venir de alguna lengua de los nativos americanos. Sin embargo, cuando la buscó en internet se dio cuenta de que viene del español. Resulta que la palabra "buckaroo" / bʌ kæ ru / es la pronunciación americana de la palabra “vaquero" / ba 'ke ro /. En el oeste americano hubo mucha comunicación entre el inglés y el español; algunos eligieron ser cowboys y otros buckaroos (pronunciado “bucarus”).

sábado, 1 de febrero de 2020

¿Cuándo es bueno traducir y cuándo es mejor no hacerlo?


Dave y yo hemos estado en Santander de Nochevieja a Reyes. Los primeros días al llegar a España suelo estar muy motivada; traduzco cada frase que dicen mis padres del español al inglés y cada frase que dice Dave del inglés al español. Traducir todo lo que se dice a tu alrededor desde por la mañana hasta por la noche no es fácil, después de unos días así me voy cansando y dejo de traducir.

Lo interesante es que según me voy cansando Dave se va viniendo arriba. Cuanto menos traduzco, más habla y mejor se le entiende. ¿Es mejor que no traduzca? Por un lado, no quieres dejar a la persona en la estacada, pero por otro, si estas constantemente traduciendo no le estas dando la oportunidad de aprender a defenderse en el nuevo idioma.

Traducir puede ser una forma eficaz de aprender una lengua (Hummel, 2018). En programas de inmersión bilingüe, animar a los alumnos a traducir durante actividades escolares facilita el aprendizaje de la segunda lengua (Manyak, 2009). Sin embargo, en estos casos quien hace el esfuerzo de traducir es la persona que está aprendiendo. ¿Qué pasa cuando el que traduce es otro?

No he encontrado ningún estudio sobre el impacto que tiene que alguien haga de traductor en las habilidades lingüísticas de la persona que está aprendiendo. La mayoría de la gente aprende un idioma cuando lo necesita para comunicarse, cuando tiene que hablar para conseguir algo que quiere. Como tener un traductor elimina esa necesidad, es posible que no sea beneficioso.

Es necesario hacer un estudio para investigar si las personas aprenden mejor una lengua extranjera cuando se tienen que defender por sí mismas (lo que las obliga a hablar) o cuando tienen a alguien que les traduzca (lo que les puede ayudar a integrarse). Yo, después de ver lo bien que se defiende Dave cuando lo dejo solo, he pensado que en las próximas visitas me voy a ir cansando más rápido.

miércoles, 1 de enero de 2020

¿Cuándo empiezan los bilingües a mezclar sus idiomas?


En los años que llevo viviendo en Estados Unidos siempre he tenido mis idiomas muy separados. Hablo con mis padres en español y con mi marido en inglés, con mis amigos españoles en español y con mis amigos americanos en inglés. Sin embargo, este año he notado un cambio. Tengo una nueva alumna de Máster que es de Madrid y ha hecho la carrera en Lexington. Inés habla español e inglés tan bien como yo y (para mi sorpresa) desde que trabajamos juntas mezclo muchísimo mis dos idiomas.

La alternancia de código (code-switching) es un término lingüístico que se refiere al uso de dos o más lenguas en la misma frase o conversación (Grosjean, 1982). Para la mayoría de los bilingües mezclar sus lenguas es algo completamente normal. Además, la forma en la que los bilingües mezclan sus lenguas no es aleatoria, si no que sigue ciertas normas (Heredia & Altarriba, 2001). La gente bilingüe alterna sus lenguas cuando están en un contexto en que esto es posible, como cuando están hablando con otros bilingües. Además, los bilingües suelen cambiar al otro idioma cuando esa palabra describe mejor lo que intentan explicar. Inés y yo solemos utilizar términos de investigación en inglés (“IRB”, “assent form”) y expresiones coloquiales en español (“este ordenador esta de viernes”).

Desde que Inés está en mi laboratorio mezclo mis idiomas como no lo había hecho nunca. Como sé que me va a entender diga lo que diga, no tengo que preocuparme de decirlo en un idioma concreto. Para mí, lo más curioso es que incluso mezclo los dos idiomas por escrito. He mandado emails que eran la mitad en inglés y la mitad en español, y ni siquiera me había dado cuenta de que había cambiado de idioma a medio email. Los bilingües empiezan a mezclar sus lenguas en el momento en que tienen a alguien con quien hacerlo.

Datos personales

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Sara Incera obtuvo la Licenciatura en Psicología en la Universidad de Salamanca, el Doctorado en Psicología en la Cleveland State University, y actualmente reside en Lexington (EEUU) donde trabaja como profesora universitaria en la Eastern Kentucky University.

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