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lunes, 1 de agosto de 2022

¿Influyen tus amigos en la forma en la que hablas?

Cuando llegué a Estados Unidos la gente me decía que hablaba como Dave. El año anterior lo había pasado en España y Dave había sido la única persona con la que hablaba en inglés, por lo que me pareció normal que se me hubiera pegado su forma de decir las cosas. Sin embargo, hay otras razones por las que es posible que mi forma de hablar se asemeje a la de Dave.

En una conversación entre dos personas, la “convergencia" es el proceso según el cual los hablantes se adaptan el uno al otro. La convergencia fonética se refiere al hecho de que en determinadas circunstancias los hablantes se coordinan hasta acabar sonando parecido. Sin embargo, esta convergencia no siempre se da. Cuando los hablantes tienen distintos dialectos la convergencia es menor que cuando los hablantes tienen el mismo dialecto (Kim et al., 2011). Además, si la actitud del hablante hacia su interlocutor es positiva la convergencia fonética se da en mayor medida (Abrego-Collier et al., 2011). En una investigación con estudiantes universitarios que compartían habitación se vio que los compañeros con una relación más íntima eran los que hablaban de forma más parecida (Pardo et al., 2012).

Aunque Dave no sea la única persona con la que hablo en inglés, puede que mi forma de hablar se parezca a la suya dada nuestra relación. Desde que nos mudamos a Kentucky hemos notado que la forma en la que hablan nuestros amigos nos influye, ya que estamos empezando a utilizar expresiones que se usan en esta zona. Esta claro que los que nos rodean influyen en la forma en la que hablamos.


martes, 1 de febrero de 2022

¿Es útil ser capaz de nombrar tus emociones?

Si un amig@ viene a contarte algo, lo normal es escucharle con atención y dejar que se desahogue. Mucha gente piensa que encontrar las palabras adecuadas para describir tus emociones te ayuda a sentirte mejor.

Existe un diccionario (The Dictionary of Obscure Sorrows) cuyo objetivo es identificar y definir las emociones más oscuras que experimentamos los seres humanos. En la misma línea, el nuevo libro de Brené Brown (Atlas of the Heart) incluye descripciones y ejemplos de 87 emociones distintas. Estos libros se basan en la idea de que para sentirte bien es importante ser capaz de nombrar tus emociones de forma precisa. Sin embargo, un nuevo estudio (Nook, Satpute, & Ochsner, 2021) ha concluido que nombrar tus emociones puede ser contraproducente.

Nook y sus colaboradores (2021) crearon un experimento en el que los participantes tenían que describir su estado de ánimo después de ver imágenes negativas. Algunos participantes tenían que nombrar sus emociones, otros tenían que reevaluar sus emociones, y un último grupo tenía que hacer las dos cosas. Los grupos de la “reevaluación cognitiva” (cognitive reappraisal) tenían que crear una historia de la imagen que les permitiera considerarla de forma menos negativa. Los resultados indican que nombrar tus emociones antes de regularlas te hace sentir peor que si simplemente las regulas. Parece que es más fácil regular tus emociones si no les pones nombre.

Si un amig@ viene a contarte algo, no es necesario buscar la forma más precisa de describir lo que siente, lo relevante es interpretar la situación de forma adecuada. El significado de las historias que nos contamos para explicar lo que sentimos es mucho más importante que la precisión de las palabras que utilizamos.

lunes, 1 de noviembre de 2021

¿Qué pasa cuando los niños bilingües mezclan sus idiomas?

Una amiga de Santander, que vive en Francia desde hace años, tiene un niño que está empezando a hablar. En casa hablan español pero en el cole y con los amigos hablan en francés. Al ir este verano a España a todos les hizo mucha gracia que el niño dijera “¡Hola!” en español y adiós (“Au revoir!”) en francés. La alternancia de código (“code-switching” en inglés) es un término que se refiere al uso de dos o más lenguas en la misma frase o conversación. Los bilingües alternan sus idiomas al hablar con otros bilingües, pero no los mezclan cuando interactúan con monolingües.

Intercalar idiomas en bilingües es lo normal. De hecho, los niños más mayores lo hacen de forma más frecuente; alternar entre idiomas es una estrategia que usan para mejorar la comunicación (Reyes, 2004). Se ha visto que los niños que tienen mejores habilidades lingüísticas intercalan sus idiomas de forma más frecuente que los niños con peores habilidades lingüísticas (Yow et al., 2018).
Sin embargo, y a pesar de la evidencia científica, no todo el mundo ve la alternancia de código como algo positivo. En un estudio con más de 2.000 bilingües se vió que aquellos que tienen mejor tolerancia a la ambigüedad y más empatía tienen actitudes más positivas hacia la alternancia entre lenguas (Dewaele & Wei, 2013).

Lo importante es que la comunicación sea buena. El niño de mi amiga es aún muy chiquitín, pero no tengo ninguna duda de que enseguida va a aprender con quién tiene que hablar en qué idioma. Cuando tienen amigos de visita mi amiga cambia al francés, con lo que le está enseñando a su hijo (desde muy pequeño) la forma adecuada de comunicarse con otros. Lo importante es saber con quién puedes hablar en qué idioma. Entre bilingües hay veces que es mejor alternar idiomas para comunicar una idea de forma más precisa.   

martes, 1 de septiembre de 2020

¿Es la risa un tipo de lenguaje?

Durante mi Erasmus me acuerdo de reírme un montón. Tengo recuerdos muy vívidos de estar en Irlanda desternillándome de la risa. No sé de qué nos reíamos, pero sí tengo la impresión de que no tenía ni idea de lo que estaba pasando. Sobre todo en conversaciones con otros Erasmus para los que el inglés era su segunda lengua, entre la mímica y la falta de sentido que tenían las palabras que intentábamos usar (la mayoría “robadas” de nuestra lengua materna), no había quien se entendiese. Aun así, me acuerdo de que me lo estaba pasando genial.

La risa y el lenguaje humano están muy relacionados. Al hacernos bípedos, los humanos desarrollamos el suficiente control sobre nuestra respiración para poder hablar y reír. La risa es una forma de comunicación no verbal que normalmente resulta en interacciones positivas y cooperativas, es una vocalización social que no es típica en situaciones en las que una persona está sola (
Provine, 2004). Es importante recalcar que el significado de la risa transciende barreras culturales y lingüísticas, ya que reírse es una forma universal de expresar cooperación (Bryant et al., 2016). Además, la forma en que te ríes puede comunicar si tienes un estatus social alto, por ejemplo con una risa dominante y desinhibida, o si tienes un estatus social más bajo, por ejemplo si tienes una risa más sumisa (Oveis et al., 2016).

En mi Erasmus es muy posible que, al no entendernos muy bien, usáramos la risa para sentirnos más unidos. Aunque no sepas lo que la otra persona te intenta contar, si os reis juntos la situación es mucho más divertida. Al principio del año en Irlanda muchos teníamos serias dificultades para comunicarnos, por lo que (sin ser conscientes de ello) es muy posible que usáramos la risa para hacer piña. Reírse es crucial para el bienestar físico y mental, por lo que es importante tener el tiempo y a la gente con la que echarte unas risas.

sábado, 1 de febrero de 2020

¿Cuándo es bueno traducir y cuándo es mejor no hacerlo?


Dave y yo hemos estado en Santander de Nochevieja a Reyes. Los primeros días al llegar a España suelo estar muy motivada; traduzco cada frase que dicen mis padres del español al inglés y cada frase que dice Dave del inglés al español. Traducir todo lo que se dice a tu alrededor desde por la mañana hasta por la noche no es fácil, después de unos días así me voy cansando y dejo de traducir.

Lo interesante es que según me voy cansando Dave se va viniendo arriba. Cuanto menos traduzco, más habla y mejor se le entiende. ¿Es mejor que no traduzca? Por un lado, no quieres dejar a la persona en la estacada, pero por otro, si estas constantemente traduciendo no le estas dando la oportunidad de aprender a defenderse en el nuevo idioma.

Traducir puede ser una forma eficaz de aprender una lengua (Hummel, 2018). En programas de inmersión bilingüe, animar a los alumnos a traducir durante actividades escolares facilita el aprendizaje de la segunda lengua (Manyak, 2009). Sin embargo, en estos casos quien hace el esfuerzo de traducir es la persona que está aprendiendo. ¿Qué pasa cuando el que traduce es otro?

No he encontrado ningún estudio sobre el impacto que tiene que alguien haga de traductor en las habilidades lingüísticas de la persona que está aprendiendo. La mayoría de la gente aprende un idioma cuando lo necesita para comunicarse, cuando tiene que hablar para conseguir algo que quiere. Como tener un traductor elimina esa necesidad, es posible que no sea beneficioso.

Es necesario hacer un estudio para investigar si las personas aprenden mejor una lengua extranjera cuando se tienen que defender por sí mismas (lo que las obliga a hablar) o cuando tienen a alguien que les traduzca (lo que les puede ayudar a integrarse). Yo, después de ver lo bien que se defiende Dave cuando lo dejo solo, he pensado que en las próximas visitas me voy a ir cansando más rápido.

miércoles, 1 de enero de 2020

¿Cuándo empiezan los bilingües a mezclar sus idiomas?


En los años que llevo viviendo en Estados Unidos siempre he tenido mis idiomas muy separados. Hablo con mis padres en español y con mi marido en inglés, con mis amigos españoles en español y con mis amigos americanos en inglés. Sin embargo, este año he notado un cambio. Tengo una nueva alumna de Máster que es de Madrid y ha hecho la carrera en Lexington. Inés habla español e inglés tan bien como yo y (para mi sorpresa) desde que trabajamos juntas mezclo muchísimo mis dos idiomas.

La alternancia de código (code-switching) es un término lingüístico que se refiere al uso de dos o más lenguas en la misma frase o conversación (Grosjean, 1982). Para la mayoría de los bilingües mezclar sus lenguas es algo completamente normal. Además, la forma en la que los bilingües mezclan sus lenguas no es aleatoria, si no que sigue ciertas normas (Heredia & Altarriba, 2001). La gente bilingüe alterna sus lenguas cuando están en un contexto en que esto es posible, como cuando están hablando con otros bilingües. Además, los bilingües suelen cambiar al otro idioma cuando esa palabra describe mejor lo que intentan explicar. Inés y yo solemos utilizar términos de investigación en inglés (“IRB”, “assent form”) y expresiones coloquiales en español (“este ordenador esta de viernes”).

Desde que Inés está en mi laboratorio mezclo mis idiomas como no lo había hecho nunca. Como sé que me va a entender diga lo que diga, no tengo que preocuparme de decirlo en un idioma concreto. Para mí, lo más curioso es que incluso mezclo los dos idiomas por escrito. He mandado emails que eran la mitad en inglés y la mitad en español, y ni siquiera me había dado cuenta de que había cambiado de idioma a medio email. Los bilingües empiezan a mezclar sus lenguas en el momento en que tienen a alguien con quien hacerlo.

viernes, 1 de noviembre de 2019

¿Influye tu personalidad en cómo percibes los acentos extranjeros?


Cuando empiezo una conversación en inglés, lo primero que la gente nota es mi acento español, lo cual genera respuestas diversas. La mayoría de la gente reacciona con interés, preguntándome de dónde soy. También he tenido algunas situaciones (normalmente por teléfono) en las que sé que mi interlocutor hubiese preferido hablar con alguien sin acento. ¿Podemos predecir quién prefiere hablar con alguien con acento? 

Dewaele y McCloskey (2014) crearon un cuestionario sobre personalidad y acentos que contestaron más de 2.000 personas. Lo primero que descubrieron es que a los extravertidos (aquellos que disfrutan con la gente y participan más en reuniones sociales) les molestan menos los acentos extranjeros que a los introvertidos. Lo segundo es que a la gente estable emocionalmente (capaz de mantenerse equilibrada y que no experimenta fácilmente emociones negativas) le molestan menos los acentos que a la gente inestable. Lo tercero es que a aquellos con más tolerancia a la ambigüedad (los que admiten distintas interpretaciones de un mismo tema) les molestan menos los acentos que a los que tienen menos tolerancia a la ambigüedad. Es importante recalcar que los que contestaron al cuestionario tenían peores actitudes hacia su propio acento extranjero que hacia el acento extranjero de los demás.

En ciertas circunstancias tener un acento extranjero puede ser una desventaja, pero también es importante recordar que tener un acento cuenta parte de tu historia. Un acento dice que has tenido el valor de mudarte a un país donde no se habla tu primera lengua, lo cual es una forma estupenda de empezar una conversación. Una vez que encuentras a un interlocutor con el que la conversación es interesante es muy fácil olvidarse de los acentos.

viernes, 1 de febrero de 2019

¿En qué idioma hablas con tu perr@?


Dave y yo tenemos una perrita en casa. Se llama Luna, es una Malamute de Alaska, y acaba de hacer tres meses. Aunque en general es tranquila, hay veces que (como todos los cachorros) las lía pardas; le encantan mis zapatillas y salir corriendo con una es su juego favorito. Luna es una monada y cuando estoy con ella suelo contarle cosas en español. Al pasar tanto tiempo charlando con Luna me pregunto: ¿Cómo habla la gente con sus perros?

Cuando nos dirigimos a niños pequeños solemos subir el tono, pronunciar de forma exagerada, y poner mucho entusiasmo. Se ha visto que al dirigirnos a un perro también subimos el tono y ponemos entusiasmo, pero lo de articular de forma exagerada es sólo con los niños (Burnham, Kitamure, & Vollmer-Conna, 2002). En un experimento hecho en Australia han descubierto que la gente articula más con los niños, seguido de los loros, y menos con los perros (Xu, Burnham, Kitamura, & Vollmer-Conna, 2013). La forma en que articulamos al hablar parece depender de la capacidad de entendimiento que esperamos de nuestra audiencia. Sin embargo, es interesante descubrir que independientemente del nivel de entendimiento del animal, cuando jugamos con un perro solemos comunicarnos como si estuviésemos en una conversación (Mitchell, 2004). Al parecer, aunque no articulemos de forma exagerada, tener conversaciones con un perro es algo de lo más normal.

Lo mejor de hablar con Luna en español es que puedo utilizar mis expresiones, refranes, y frases hechas favoritas, incluso las que no tienen traducción directa al inglés. Aunque a veces estoy hablando en inglés y tengo que darme cuenta de cambiar de idioma, en general me es muy fácil contarle cosas en español. Una ventaja añadida es que es una buena excusa para que Dave vaya haciendo oído. Entre los dos vamos a hacer a nuestra perra bilingüe :D

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Sara Incera obtuvo la Licenciatura en Psicología en la Universidad de Salamanca, el Doctorado en Psicología en la Cleveland State University, y actualmente reside en Lexington (EEUU) donde trabaja como profesora universitaria en la Eastern Kentucky University.

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