lunes, 15 de enero de 2018

¿Cuándo prefieres leer en tu primera o segunda lengua?

Durante mi año en Irlanda me tiraba horas para entender cada capítulo del libro que tenía que estudiar. Al volver a España me sentí super inteligente, podía leer muchísimas más páginas en la mitad de tiempo. Es interesante considerar la posibilidad de que la dificultad añadida de estudiar en una lengua que no dominas del todo resulte en un esfuerzo que a la larga pueda mejorar el aprendizaje. Sin embargo, si le preguntas a cualquier estudiante deslomándose con el traductor, estoy convencida de que te diría que prefiere estudiar en una lengua que conoce bien.

Se ha investigado si estudiar en tu primera o segunda lengua afecta al aprendizaje. No hay diferencias cuando se evalúa a los alumnos con preguntas de verdadero/falso (cuando hay que reconocer el material), pero en preguntas de desarrollar (cuando hay que explicar el material) aquellos que han aprendido un texto en su segunda lengua lo hacen peor (Vander Beken & Brysbaert, 2017). Incluso después de 30 días sigue sin haber diferencias cuando se usan preguntas de verdadero/falso (Vander Beken, Woumans, & Brysbaert, 2017). Considerando estos resultados, parece más adecuado evaluar a alumnos que tienen que estudiar en su segunda lengua con exámenes de reconocimiento que con exámenes de desarrollar.

A estas alturas leo a la misma velocidad en inglés que en español. Me gusta leer libros de psicología en inglés, porque hay términos que a veces no tienen una traducción clara. Sin embargo, independientemente de que la versión original sea en un idioma u otro, prefiero leer novelas en español. Estas navidades he leído Origen (Dan Brown), Una Columna de Fuego (Ken Follett), y Los Pacientes del Doctor García (Almudena Grandes), siempre la versión en español que me permite meterme más en la historia. Leer en un idioma u otro es una elección personal. 

lunes, 1 de enero de 2018

¿Qué hacen bien y qué hacen mal los traductores automáticos?

Mi madre española (Maite) y mi suegra americana (Lori) se comunican por WhatsApp. Maite no habla inglés y Lori no habla español, así que cada una lo pone en su idioma y luego lo traducen. ¿Son correctas las traducciones de Google? Cuando las frases son concretas (¡qué foto más bonita!) la cosa va bien, pero con frases más abstractas (¡esto es la bomba!) la cosa se complica.

Para que un ordenador aprenda a traducir, lo más importante es tener muchos ejemplos. Es posible utilizar la puntuación BLEU (Papineni, Roukos, Ward, & Zhu, 2002) para analizar con qué exactitud los ordenadores traducen un texto en comparación con una traducción humana. El análisis de sentimientos (Pang & Lee, 2008) es una técnica informática que permite al ordenador identificar si un texto es positivo o negativo. Este análisis puede mejorar las traducciones automáticas al proporcionar un contexto emocional al texto. Para mejorar la calidad de estos procesos es importante tener muchos textos con una gran variedad de expresiones lingüísticas (Boiy & Moens, 2009). Cuantos más textos traducidos correctamente tengamos, más capaces van a ser los ordenadores de hacerlo bien.

Este blog se puede traducir al inglés haciendo clic en la página con el botón derecho del ratón. Al traducir “Emociones en tu segunda lengua ¿“I Love You” o “Te Quiero”?”, he notado que el texto en inglés se refiere a la profesora Catherine como a él (en español “su” es para hombre y mujer). Además, la expresión “¡No te da vergüenza!” es traducida como “no te avergüences”, justo lo contrario de lo que quiere decir. Cuando en mi clase de psicología del lenguaje explico expresiones coloquiales españolas (“más cara que espalda” “ponerse las pilas” “tirar los tejos” “tomar el pelo” “dar la lata”), mis alumnos americanos se “parten de la risa.” Estas frases no se pueden traducir de forma literal, hay que traducir su sentido figurado cosa que a los ordenadores les cuesta bastante.

Maite y Lori (que se llevan muy bien y son muy entusiastas) ponen muchos signos de exclamación y sonrisas para enfatizar el sentido del texto. Las frases traducidas a veces suenan raras, pero en general es posible entenderlas. Gracias a los traductores automáticos, dos personas que no hablan la misma lengua pueden comunicarse (aunque para ser sinceros, lo que más hacen es compartir fotos nuestras). 

Datos personales

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Sara Incera obtuvo la Licenciatura en Psicología en la Universidad de Salamanca, el Doctorado en Psicología en la Cleveland State University, y actualmente reside en Lexington (EEUU) donde trabaja como profesora universitaria en la Eastern Kentucky University.

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