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miércoles, 1 de diciembre de 2021
¿Quién decide cómo se dicen las cosas?
El término “hablantes de herencia” (heritage speakers) hace referencia a los bilingües que han aprendido una lengua a través de su familia. En Estados Unidos muchos latinos aprenden español en casa. El desarrollo del lenguaje de los hablantes de herencia es distinto al de los alumnos que aprenden español como segunda lengua (Potowski, Jegerski, & Morgan-Short, 2009). Por ejemplo, hay casos en los que los hablantes de herencia utilizan simplificaciones de la gramática (Montrul & Bowles, 2009). También es importante tener en cuenta los numerosos dialectos utilizados por los hablantes de herencia (Martínez, 2003). Por ejemplo, en EEUU se utiliza “mopar” (que viene de la palabra inglesa "mop" que significa fregona) en vez de “fregar”.
Lo complicado de la situación es que si un profesor no conoce los dialectos usados en la zona, puede indicar a los alumnos que algo “no se dice así” cuando la mayoría de los hablantes de esa comunidad utilizan esa forma de decirlo. Esta situación puede generar confusión, frustración, y ansiedad en los hablantes de herencia. Para poder comunicar información de forma efectiva es importante saber el dialecto de la persona con la que interactúas. Si vas a indicar a alguien la forma “correcta” de decir algo, es importante que sepas a quién corriges y porqué.
lunes, 1 de noviembre de 2021
¿Qué pasa cuando los niños bilingües mezclan sus idiomas?
Una amiga de Santander, que vive en Francia desde hace años, tiene un niño que está empezando a hablar. En casa hablan español pero en el cole y con los amigos hablan en francés. Al ir este verano a España a todos les hizo mucha gracia que el niño dijera “¡Hola!” en español y adiós (“Au revoir!”) en francés. La alternancia de código (“code-switching” en inglés) es un término que se refiere al uso de dos o más lenguas en la misma frase o conversación. Los bilingües alternan sus idiomas al hablar con otros bilingües, pero no los mezclan cuando interactúan con monolingües.
Intercalar idiomas en bilingües es lo normal. De hecho, los niños más mayores lo hacen de forma más frecuente; alternar entre idiomas es una estrategia que usan para mejorar la comunicación (Reyes, 2004). Se ha visto que los niños que tienen mejores habilidades lingüísticas intercalan sus idiomas de forma más frecuente que los niños con peores habilidades lingüísticas (Yow et al., 2018). Sin embargo, y a pesar de la evidencia científica, no todo el mundo ve la alternancia de código como algo positivo. En un estudio con más de 2.000 bilingües se vió que aquellos que tienen mejor tolerancia a la ambigüedad y más empatía tienen actitudes más positivas hacia la alternancia entre lenguas (Dewaele & Wei, 2013).
Lo importante es que la comunicación sea buena. El niño de mi amiga es aún muy chiquitín, pero no tengo ninguna duda de que enseguida va a aprender con quién tiene que hablar en qué idioma. Cuando tienen amigos de visita mi amiga cambia al francés, con lo que le está enseñando a su hijo (desde muy pequeño) la forma adecuada de comunicarse con otros. Lo importante es saber con quién puedes hablar en qué idioma. Entre bilingües hay veces que es mejor alternar idiomas para comunicar una idea de forma más precisa.
viernes, 1 de octubre de 2021
¿Qué ocurre cuando los niños bilingües aprenden a leer?
Una de mis mejores experiencias en el mundo del bilingüismo ocurrió en el verano de 2019, cuando estuve como au pair en Italia. Los niños a los que cuidaba tenían 7 y 9 años, y hablaban perfectamente inglés e italiano. Un día Leonardo (el de 7 años) no quería comer, y a modo de protesta escribió una nota que decía “No lance”. Tardé un poco en comprender que se refería a no lunch (no almuerzo), porque en lugar de utilizar las reglas ortográficas del inglés había utilizado las del italiano (la /ʌ/ se asemeja a la a italiana, y la c suena /ʧ/ cuando va acompañada de la e). Está claro que sabía cómo sonaba en inglés, pero a la hora de escribir se había hecho un lío con el italiano.
En un estudio que acabamos de publicar (Hevia-Tuero, Incera, & Suárez-Coalla, 2021) hemos visto que los niños que estudian inglés como segunda lengua tienen interiorizada la fonología desde edades tempranas. También observamos que la ortografía de la primera lengua influye en el aprendizaje de la ortografía de la segunda. Sin embargo, este efecto desaparece en los niños más mayores. A pesar de que el estudio está hecho con hablantes de español, el italiano también es una lengua transparente, por lo que los niños se enfrentan a problemas similares a la hora de leer en inglés (Geva y Siegel, 2000).
Al final Leonardo no se salió con la suya y tuvo que comer, aunque su intento fue muy meritorio y me hizo mucha gracia. De hecho, me sorprendió tanto que aún conservo la nota. Puede que también la haya guardado a modo de recuerdo. Para cuando volvamos a vernos sé que él escribirá en inglés mucho mejor, ya no habrá intromisiones del italiano, pero siempre podré recordar esta anécdota.
miércoles, 1 de septiembre de 2021
¿Es difícil aprender a leer en inglés?
En un estudio muy interesante Seymour y sus colaboradores (2003) descubrieron que los niños de la mayoría de los países europeos son capaces de leer a un nivel básico antes de acabar el primer año de colegio. Sin embargo, los niños que aprenden a leer en inglés tardan más tiempo que los niños que aprenden a leer en otras lenguas en alcanzar ese nivel. Esta diferencia se debe a características del idioma, como la complejidad silábica (el inglés tiene sílabas con más letras) y la falta de transparencia (el inglés tiene varias formas de escribir los mismos sonidos). Las lenguas opacas, aquellas en las que un sonido (fonema) no se corresponde con una única letra (grafema), dificultan la lectura.
En español la ortografía es bastante transparente y casi todas las palabras se escriben como suenan. Por eso los famosos concursos de deletreo americanos (Spelling Bee) no tienen mucho sentido en español. En los idiomas transparentes la mayoría de las palabras se escriben por el sonido y no hay que memorizarlas. Aunque normalmente no se puede elegir el idioma en el que uno aprende a leer, cuando es posible elegir puede ser útil empezar por un idioma transparente.
domingo, 1 de agosto de 2021
¿Cómo te ayuda saber un idioma a aprender otro?
Cuando llegué a Estados Unidos hice el examen del GRE (Graduate Record Examination). Este examen incluye una parte de vocabulario en inglés en la que tienes que saber lo que significan las palabras. En su día me sorprendió la nota (bastante decente) que saqué en esta parte del examen. Lo que pasó es que muchas de las palabras inglesas que me tocaron en el examen tenían la misma raíz que la correspondiente palabra española que sí me sabía.
La conciencia morfológica es la habilidad de entender las unidades más pequeñas con significado (morfemas) de las que están compuestas las palabras. La conciencia morfológica influye en la habilidad lectora (Rueda & Incera, 2011) y predice el aprendizaje de nuevas palabras (Zhang, Koda, & Leong, 2015). En bilingües, la habilidad de entender el significado de los componentes y las raíces de las palabras se puede transferir entre idiomas. En un estudio con niños bilingües español/inglés (Ramirez, Chen, Geva, Kiefer, 2009) se vió que tener niveles más altos de conciencia morfológica en español (primera lengua) ayuda a leer mejor en inglés (segunda lengua).
Aunque la mayoría de las palabras que me preguntaron en el GRE no las había visto nunca en inglés, sí que conocía la versión española de muchas de ellas. Para aquellos bilingües cuyos idiomas comparten raíces lingüísticas, es normal utilizar palabras y morfemas conocidos para adivinar lo que significa una palabra nueva. A veces estas traducciones caseras fallan (y Dave se ríe un poco de lo que acabo diciendo...) pero en la mayoría de los casos son correctas.
jueves, 1 de julio de 2021
¿Qué oyes al leer en un idioma que no hablas?
La relación entre la fonología (cómo suenan las palabras) y la ortografía (cómo se escriben las palabras) ha sido muy estudiada. Al leer “oímos” el lenguaje en nuestra cabeza, el proceso de asociar los sonidos y las letras es esencial para aprender a leer en sistemas alfabéticos. Aunque en estudios con pacientes afásicos se ha visto que es posible leer palabras familiares sin utilizar la fonología (Saffran & Marin, 2007), para leer bien es importante entender la relación entre los sonidos y las letras de cada idioma. Estudios de lectura bilingüe han demostrado que la fonología de los dos idiomas se activa de manera automática, mientras que las características ortográficas ayudan a los bilingües a centrarse en un idioma o en el otro (Dimitropoulou, Duñabeitia, & Carreiras, 2011). Aunque los bilingües pueden utilizar las mismas habilidades fonológicas y ortográficas en diferentes idiomas, hay aspectos ortográficos (como el deletreo) que son específicos de cada lengua (Sun-Alperin & Wang, 2009).
Si alguien que lee bien en un idioma se ve expuesto a palabras en otro idioma que no sabe pronunciar, es muy probable que use la fonología de su lengua materna. Esto les debió de pasar a muchos españoles porque en la versión doblada de la película, Hermione se presenta como “Ermion” (minuto 1.06), una pronunciación mucho más parecida a lo que yo había leído en mi cabeza que a la versión inglesa.
martes, 1 de junio de 2021
¿Guardas los boles con los platos o con las tazas?
Dave y yo no nos
ponemos de acuerdo en dónde guardar los boles. Tenemos dos armarios: uno con
tazas y otro con platos. A mí me parece que un bol (también llamado tazón)
debería ir con las tazas. A Dave le parece que un “bowl” (en inglés un plato hondo)
debería ir con los platos.
Las categorías que utilizamos para organizar objetos no son equivalentes en distintos idiomas. Para que una categoría sea adecuada (Kemp & Regier, 2012) tiene que mantener el equilibrio entre simplicidad (tener demasiadas categorías no sería eficiente) e información (no proporcionar suficiente detalle llevaría a confusión). Lo interesante es que este equilibrio se puede obtener organizando los conceptos de muchas formas distintas. Desde el punto de vista de las traducciones, hay investigaciones que se han centrado en buscar formas automáticas y eficientes de equiparar conceptos en distintos idiomas (Ngai, Carpuat, & Fung, 2002). Sin embargo, desde el punto de vista del procesamiento bilingüe, a día de hoy no sabemos qué mecanismos neurocognitivos facilitan la generalización de conceptos entre idiomas. Lo que sí que se ha visto es que la actividad cerebral asociada al significado de las palabras puede ser similar en distintas lenguas. Además, la forma en que procesas una palabra (superficial o profunda) marca el nivel de generalización de ese concepto entre idiomas (Sheickh, Carreiras, & Soto, 2021).
El idioma que hablas
influye en las categorías que usas. Las palabras que utilizamos influyen en cómo pensamos y organizamos los
conceptos. En mi casa puedes encontrar boles en el armario de las tazas o en el
de los platos, dependiendo de a quien le cuadre vaciar al lavavajillas
:D
Datos personales
- Sara Incera
- Sara Incera obtuvo la Licenciatura en Psicología en la Universidad de Salamanca, el Doctorado en Psicología en la Cleveland State University, y actualmente reside en Lexington (EEUU) donde trabaja como profesora universitaria en la Eastern Kentucky University.
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