Desde un punto de vista lingüístico, el humor incluye conocimientos de semántica, gramática, reglas del discurso, estrategias comunicativas y normas del uso del lenguaje (Vega, 1990). Además, el humor tiene componentes cognitivos y afectivos (Goel & Dolan, 2001). En un estudio en el que compararon a cómicos profesionales con estudiantes universitarios descubrieron que los cómicos tienen una inteligencia verbal bastante superior a la media (Greengross, Martin, & Miller, 2012).
Los chistes suelen tener un final sorprendente, algo que no te esperabas o que resulta chocante y por lo tanto gracioso. Por eso, si un chiste hay que explicarlo pierde la gracia. Una de las razones por las que tener sentido del humor es más difícil en un idioma extranjero es que para que algo te haga gracia primero hay que tener una expectativa de lo que va a pasar. Si estás muy ocupado intentando descubrir lo que significan las palabras, no te da tiempo a entender el chiste.
La respuesta al título de este blog es que tienes que saber mucho para que te hagan gracia los chistes en un idioma extranjero. Tienes que saber lo que significan las palabras, entender el contexto, predecir lo que va a decir el que habla, y sorprenderte con lo que en realidad dice. Normal que nosotras no le pilláramos la gracia. Cuando la gente me pregunta en qué momento sabes que dominas de verdad un idioma, mi respuesta es clara, la primera vez que te ríes con un chiste.
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