Los niños expuestos a historias y cuentos desde pequeños tienen mejor vocabulario y mas complejidad sintáctica (Speaker et al., 2004). Como describo en otra entrada de este blog, la lectura compartida es uno de los métodos más efectivos de promocionar el lenguaje infantil. Incluso en niños muy pequeños (de 6 meses a 3 años) leer con un adulto mejora el vocabulario, la morfología, la sintaxis, y la comunicación no verbal (Karousou & Economacou, 2024). Es importante enfatizar que el beneficio lingüístico viene de la calidad (y no de la frecuencia) de estas experiencias. La lectura interactiva de calidad es aquella en la que el adulto y el niño (1) prestan atención a las mismas cosas, (2) hacen gestos y sonidos sobre la historia, (3) hacen preguntas sobre la historia, (4) hacen conexiones entre el libro y la vida cotidiana, (5) señalan palabras y dibujos en el libro, (6) e incluyen las nuevas palabras aprendidas durante la lectura en comentarios o preguntas sobre el libro.
Es muy importante crear la rutina de leer con los más pequeños. No es sólo un momento compartido muy agradable, sino que también tiene efectos positivos en el desarrollo del lenguaje de los más pequeños. Es importante recalcar que es la calidad (y no la cantidad) de las interacciones lo que potencia el lenguaje infantil. Cuando lees con un niño, asegúrate de interactuar, hacer preguntas y prestar atención a las respuestas.
Sara Incera, Ph.D.
(Foto de Lori Burkert)