La afantasía es la incapacidad para imaginar, la inhabilidad de algunas personas de crear imágenes mentales. El cuestionario de la vividez de las imágenes visuales (VVIQ por sus siglas en inglés), se creó en los años setenta y se sigue usando en la actualidad para medir la afantasía (Marks, 1989). Las investigaciones sobre afantasía pueden ayudarnos a entender cómo los humanos crean los conceptos que nos permiten pensar, recordar, y comunicarnos (Muraki et al., 2024). En un estudio muy interesante en el que compararon la lectura de participantes con y sin afantasía (Speed et al., 2024), descubrieron que los que tienen afantasía están menos entretenidos, interesados, o absorbidos por la historia, además de experimentar menos emoción y empatía por los personajes.
Leer es mucho más que conectar sonidos con letras y procesar palabras. La lectura incluye imaginación y empatía. El cerebro no distingue entre realidad y ficción, por lo que al leer puedes “vivir” experiencias que nunca podrías experimentar de otro modo. Para entender la lectura, es esencial investigar cómo lo que imaginamos y sentimos está conectado con el texto.