Desde que nacen, los bebés son capaces de procesar música. Se ha visto que los recién nacidos perciben el ritmo de las canciones y se sorprenden cuando cambia (Winkler et al., 2009). La parte del cerebro dedicada a la percepción de los sonidos se utiliza tanto para procesar música como lenguaje. Las zonas del cerebro que se activan cuando los bebés escuchan música están relacionadas con las zonas que se activan al procesar el lenguaje (Kotilahti et al., 2010). La diferencia es que con la música se activan ambos lados del cerebro de forma simétrica, mientras que al procesar el lenguaje los bebés tienden a activar más la zona izquierda (Dehaene-Lambertz et al., 2010).
Desarrollar el procesamiento auditivo a través de la música es positivo para los bebés. La capacidad para procesar sonidos es muy importante para desarrollar el lenguaje. A Nora le va a venir muy bien que Dave le toque el piano, tanto para disfrutar de la música como para desarrollar su capacidad de percibir sonidos.