Se ha visto que los monolingües que viven en contextos lingüísticos diversos (con más gente que habla distintos idiomas) tienen ventajas a la hora de aprender idiomas (Bice & Kroll, 2019). Independientemente de la edad, la forma en la que aprendemos marca lo que sabemos: cuando aprendemos de forma implícita respondemos mejor a tareas de conocimiento implícito y cuando aprendemos de forma explícita respondemos mejor a tareas de conocimiento explícito (Lichtman, 2013). La mayoría de los investigadores han concluido que lo mejor es una enseñanza equilibrada; la forma más eficaz de enseñar una lengua es crear oportunidades para aprender de forma implícita, a la vez que se proporciona instrucción explícita para aspectos clave del idioma (Choo et al., 2012).
Después de unos días en España, Dave usa expresiones y frases que le facilitan mucho la comunicación con aquellos que no saben inglés. Necesitar un idioma para comunicarte es una motivación muy útil para aprender. Cuando Dave tiene que interactuar con mi familia, se suelta mucho más que si no tiene que hacerlo. Aunque el aprendizaje explícito ayuda a afianzar ciertos conocimientos, es importante tener oportunidades de aprender de forma implícita para hablar bien un idioma.