Los “modismos” (“idioms”
en inglés) son expresiones cuyo significado no es literal sino metafórico. Por
ejemplo, “que no estamos de pies en la nieve” significa que no tenemos prisa,
pero esta idea no puede deducirse directamente de las palabras que componen la
frase. El hecho de que el significado metafórico tenga prioridad sobre el
significado literal hace que los modismos sean difíciles de traducir (Adelnia
& Dastjerdi, 2011). Un estudio con fMRI encontró diferencias en cómo la
gente procesa el significado metafórico y el literal. En concreto, para
procesar el significado literal de los modismos se activan zonas del hemisferio
derecho que no son necesarias para procesar su significado metafórico (Mashal
et al., 2008).
Otro asunto
interesante con respecto a los modismos es si se usan más en unos idiomas que
otros. A todos nos gusta pensar que nuestro idioma es especial, pero es
importante contestar a esta pregunta de forma empírica. Boers y Stengers (2008)
compararon la prevalencia de las frases hechas en español y en inglés, y
concluyeron que los dos idiomas usan modismos en la misma proporción. Es
importante recalcar que, aunque la proporción sea la misma, el contenido es
distinto en cada idioma. En concreto, en inglés hay muchas expresiones asociadas
con deportes de pelota ("to have two strikes"), y en español hay muchos modismos derivados de
la religión ("para más inri").
La cultura tiene
un papel muy importante en las expresiones de la vida cotidiana. Para traducir un
modismo hay que explicar no sólo el sentido de la frase sino el contexto del
que viene. Se puede descubrir mucho de un sitio aprendiendo su idioma.